jueves, 16 de septiembre de 2010

Luz es mía

La había cagado, Sam la había cagado.
Una cosa era dedicarse a revolotear a mi alrededor como una mosca cojonera, que era lo que había sido hasta hace poco: una mosca cojonera, un incordio.
Otra ya era dedicarse a joder, secuestrarme y dejarme sin comer.
Y otra mucho más distinta era tocarme los ovarios como lo estaba haciendo.
Porque Luz es mía. ¡Mí-a!
Y mira, si empezamos con asuntos de propiedad, empezamos mal
¿Como le sentaria a este gili que ahora fuese yo tan pancha y tan ancha y le robase uno de sus putos mestizos? ¿Eh?
Pues eso mismo era lo que me pasaba a mi.
Me abalanzé sobre Sam y lo arranqué del lado de Luz.
-¿¡Que-coño-haces!?-siseé.
-Naaaaaaadia...¡que agradable sorpresa!
-La agradable sorpresa te la voy a meter por...un sitio.
Cabeza fría Nadia, cabeza fría.
-Te esperaba...
-¡No me vengas con gilipolleces que las tenemos! Mira: Si esa tía que está ahi sangrando como un cordero degollado la palma...¡por mis colmillos que vas a sufrir, patética imitación de vampirillo de mercadillo!
-Menos lobos, Caperucita.
-¡El lobo lo tienes ahí, so memo!-dije señalando a Eric, que estaba intentando contener la emoragia de Luz.
-Nadia, querida, no pierdas las formas...
Cabeza fría, Nadia, cabeza..¡Los cojones! A este chupoptero le voy yo a arrancar los colmillos con unas tenazas. ¡Jack! ¡Las tenazas!
-Mejor preocúpate por lo que puedes perder tu...-amenacé.
-Te mataré
-No si puedo evitarlo.
-Luz morirá hagas lo que hagas.
-Ya...tss. La subestimas, no es una humana corriente.
-Lo sé. Pero las mordeduras...
-Las mordeduras son heridas. Y todas las heridas cicatrizan-corto, tajante. Intento darle un puñetazo, pero reacciona rápido, me agarra por la muñeca y me lanza por los aires. Me giró y consigo apollar mis pies en la pared e impulsarme con ellos en vez de partirme la crisma, mi movimiento lo coje desprevenido, lo consigo agarrar y los dos rodamos por el suelo, levantando y rompiendo baldosas.
Quedé por encima de el, le enseñé los colmillos amenazadoramente.
-¿Pretendes que me crea que te tomas tantas molestias por un asunto de propiedad?
-Si, es mía-dije por respuesta
-Muchos humanos han sido de tu propiedad y nunca te has tomado la molestia de conspirar contra un vampiro por uno de ellos.
-Ningún vampiro me ha dado razones para matarlo. Solo tú, vampiro menor.
-¿Te crees superior a mi?
-Soy superior a ti
-¿En que te basas?
-En que soy más vieja, más lista, más fuerte, más famosa y estoy más buena.
-Y con un curiculum lleno de manchas.
-Vale...tambien más peligrosa.
Retomamos la pelea.
En menos que canta un gallo tenía a Sam inmovilizado.
Es lo que pasa cuando Nadia se cabrea, que es invencible.
-¡Jaaaaack! Hazlo
-Emm...Nadia, no crees que esto es un poco...excesivo.
-¿Cuanto crees que tardaran los pimpollos de este-dije señalando con la cabeza a Sam-en llegar y reventarnos la fiesta?
-Nadia...seguro que hay otras formas.
-No hay otras formas. Ya he probado las otras formas. Haz-lo.
-¡Eh! Alto, alto. ¿Que vais a hacer?-pregunto Sam
-Prenderle fuego a la gasolina, por supuesto.
-¿Pero estás loca? ¿Quieres matarme?-gritó.
-Ese es el plan-dije sonriendo
-Pero tu tambien morirás.
-¡Bravooo! ¿Quieres un premio por tu astucia, Sam? ¡Tira la puta cerilla!
Jack sacudió la cabeza, y se me quedó mirando a los ojos.
¡Jaaaack! ¡No hagas eso! ¿Por que tiene que tener esos ojazos?
-Tirala.
Y con un suspiro resignado lanzó la cerilla.
-Y ahora...corre, Jack-dije con una sonrisa siniestra antes de que el fuego me rodease.

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