viernes, 29 de enero de 2010

Nadia vs. Eric

-¡Se acercan!
-¡Genial!-dijo Jack, no estaba muy emocionado.
-¿Que tal, Luz?
-¡¿Nadia?!
Me abrazó y la abrazé, esto era perfecto para lo que tenía que hacer. Le agarré la muñeca y se la mordí.
-¡No!-gritó Eric abalanzandose sobre mi. ¡Viva el dramatismo! Y como era de esperar, empezó la pelea, esta vez tenía que ser la definitiva. La definitiva.
Le dí un puñetazo en todo el estómago lobuno. Me agarré a su cabeza y mordí en todo sitio que encontraba. Se sacudió y me lanzó por los aires.
Me tiré sobre su pata derecha delantera y mordí hundiendo mis preciosos colmillos en su pata, atravesando la piel y los musculos. Eric se revolvió; peor para el, los licántropos no son muy espabilados, cuando consiguio que me soltase lo hizo con tanta fuerza que se arranco su propia piel.
¡Toma! Por imbécil.
Se cayó al suelo, obvio, esa herida debía doler a mil demonios. Espere. El chucho no se levantaba. Espere, nada que estaba rendido el pobre. Me acerqué a Luz con la intención de morder.
Adivino mis intenciones y se levantó. Claro, cuando le convenía el señorito tenía fuerzas para levantarse.
Me aleje de Luz, aun estaba lejos de ella, que peleaba con Jack para que le sueltase. Su temperatura comenzó a subir. ¡Malditos ataques!
Noté otra presencia por allí que no debería estar. No me moleste en identificarle, seguro que era un cazador.
Me preparé para asestarle el golpe final a Eric. Salté muy alto y abrí la boca para morderle la yugular; pero de entre los matorrales apareció un lobo negro como la noche, que consiguió agarrarme un pie con las fauces y lanzarme lejos de Eric. Intente incorporarme, pero el tres veces maldito lobo negro me puso sus asquerosas encima. Se habían torcido las cosas. Miré a Jack, estaba listo para intervenir, negué con la cabeza. Este era mi final, hiciera lo que hiciera Jack, era una pena que el lo presenciase, el y Luz. El licántropo negro, porque era un licántropo obviamente, levanto una pata para rebanarme el pescueze con sus garras.
-¿Con que derecho levantas tú tu pata contra uno de los mios?
Esa voz me sonaba...
Miré de donde provenía.
"¡Rebaname el pescuezo de una vez!" pensé al ver la silueta del individuo, no podía distinguir bien sus rasgos, no tenía buena pinta. Pero el lobo negro bajo la pata con lentitud. El desconocido dio un paso adelante y descubrí sus facciones.
¡Oh mierda!

miércoles, 27 de enero de 2010

El otro vampiro

-Vámonos ya- le dije a Eric.
-¿A donde?
-Ya lo sabes.
-No pienso salir detrás de Nadia.
-Muy bien. Entonces adios.
Y me voy corriendo en la direción en la que se fue Nadia pensando cúal sería ese poder que se me había concedido.
-¡Luz espera!- me dice Eric corriendo trás de mí.- Te llevaré, seguiré su rastro- me dice suspirando.
-¡Bien!- digo con una sonrisa.
Entra en fase, se agacha un poco para poder subir y subo. Comienza a correr mientras olisqueaba el suelo. Vi como el paisaje se difuminaba tan pronto como pasábamos y supe que, aunque fue durante sólo media hora, recorrimos muchos kilómetros. No estaba acostumbrada a ir a tanta velocidad pero había otra cosa en mi mente... ¿Qué poder tenía? No tenía ni idea.
Esa pregunta no se iba de mi cabeza y tenía una, o dos, ideas. Aunque solo fuera por las chispas. ¿Truenos...? ¿Fuego...? Ni idea. Y eso no me gustaba.
Eric se paró y yo me bajé de su lomo. Él volvió a su forma humana y me cogió la mano, con espresión sombría. Hacía solo unos días que le conocía, pero sabía que estaba preocupado.
-¿Qué pasa?- le pregunté.
-Huelo a Nadia, pero no la veo y... no está sola...
-¿Sabes... quién la acompaña?
-Uno de los suyos... y creo que me suena su olor... Como si lo conociese.
-¿Qué tal, Luz?- me pregunta... ¡¿Nadia?!
-¡¿Nadia?!- no puedo evitar que una sonrisa cruce mi rostro.
Corro hacia ella y la abrazo. Ella también me abraza... pero parecía rara, estaba distinta.
Y entonces hizo algo... demasiado... no sé como llamarlo. Pero cogió mi muñeca y... me mordió. Justo cuando había clavado la punta de sus colmillos en mi mano, el lobo gris claro, que tan familiar se me hacía en estos dos últimos días, sató encima de ella.
-¡No!- grité. Pero no me hicieron caso.
Justo cuando iba a ir junto a ellos, a meterme en medio si hacía falta, noté como alguien me cogía los brazos por detrás y no me dejaba moverme. Le miré. Era un chico. Un vampiro más bien, el acompañante de Nadia, supuse. Vi como miraba mi muñeca, ya que de ella caian unas gotas de sangre.
-¡¡Suéltame!! Por favor...- intenté resistirme y sultarme lo mejor que pudiese, pero no me sueltó. Dichoso vampiro... no lo conocía y ya lo odiaba.
-No... no puedo...- me contestó en susurros.
Pero sabía que quería sueltarme. Esto tenía que ser idea de Nadia y ella no quería que me pasase nada malo.
-Al menos deja que me cure la muñeca, por favor... Me duele muchísimo- en realidad no me dolía, pero no quería que me mordiese allí mismo.
Me sueltó el brazo que tenía herido y me sujetó por un hombro y un brazo. Cogió una tela y me la entrega. Me la pongo alrededor de mi muñeca sangrante y vuelve a agarrarme fuerte. ¿Por qué no había elegido a un vampiro más débil?
Miré como iba la pelea... no tenía buenas pintas... Ninguno de los dos iba muy bin y se veían cansados. Vi como Nadia mordía a Eric y le hacía una grande herida en una pata delantera.
Esta vez no cayeron las lágrimas por mi rostro, sino que la furia se volvió a apoderar de mí. La furia anterior y la de ver a Eric así... a manos de mi mejor amiga... No aguanté más.
-¡¡Suéltame ahora mismoo!!- le grité.
Mi temperatura aumentó... pero fue distinto a las demás veces...






Esto lo ha escrito:
♥Fátima♥

martes, 26 de enero de 2010

Conversación con Jack

-Pense que ya te habías olvidado de mi
-Yo no olvido, Jack
-Jumm...¿Que te pasa?
-¿por qué lo preguntas?
-Bueno, corren ciertos rumores de que han venido los jefes a llamarte la atención
-Ah eso! No tiene importancia...

-¡Joder Nadia! Que como vuelvas a incumplir una regla te matan!
-Oye! Que yo no...
-No me vengas con la tonteria de que fue el chucho!-me interrumpió-siempre has sido muy rebelde. Siempre has hecho lo que no debías. Era demasiado pedir que cambiaras
-Bueno...antes te encantaba mi forma de ser...
Suspiró, que facil era chincharlo, era tan previsible...a veces, porque lo que no me esperaba era lo que hizo: me besó
-¡Oye!-Dije separandolo de un empujón-¿por que has hecho eso?
-Me apetecía
-Aah al señorito le apetecía...le parece tambien que le limpio los zapatos con la lengua
Puso los ojos en blanco
-Aver, que necesitas?
-Bueno...en principio necesito...un gran bosque, por que estoy un pelín enfadada
-¿Por que?
-Por que...no se...¡Quizas por que me has morreado sin mi permiso!
Sonrió. ¿Por que me había puesto en contacto con el? Ya no me acordaba de lo arrogante y plasta que puede llegar a ser. ¡A si! Es que lo necesitaba.
-¿Que necesitas?-repitió
-Necesito atraer al perro
-¿Para...?
-Para convencer a la humana que se aleje de el.
-Vas a llamar demasiado la atención. No serán tan considerados si te saltas las normas de nuevo.
-¿Crees que me dan miedo? Son demasiado creidos y no piensan con la cabeza fria. Además no son ni la mitad de poderosos de lo que se creen.
-¡Tanta gilipollez te va acabar matando!
-¿Acaso te importa?
-¡Pues si!
-¿Por que?-ya me imaginaba la respuesta pero le pregunté de todos los modos
-Bueno, tu me creaste. Eres mi sire, gracias a ti estoy "vivo".
-¡Y deberías temerme aunque sea un poquito! ¡Y no morrearme a la minima!
-Lo siento-No parecía arrepentido. ¡Bueno al cuerno!-¿Y que te hace pensar que yo se metodos infalibles para acabar con un licantropo?
-¡Eres un cazador!
-Eh!¿Como sabes tu eso?
-Tengo mis fuentes-dije con orgullo
-¿Quien?
-¡Top Secret!
-¡Que te den!-me dijo un chico alto con una media melena rubia y musculosa y unos preciosos ojos verdes. Jack y sus tonterías-¿el hombre lobo con el que quieres acabar es el que te salvó?
-Si
-¿Lo vas a traicionar?
-Si, no se puede confiar en una vampira, y menos en una que se dedica a pasarse las leyes por...donde le sale.
-Te ayudaré...Primero tienes que poner en peligro a un humano cerca de el afortunado. Despues...


Esto lo ha escrito:

Iree

miércoles, 20 de enero de 2010

La maldición

No podía soportar pensarlo... mi mejor y única amiga se había ido... por mi culpa. Sí, era todo culpa mía, no tenía que haber ido a buscarla... bueno, sí, pero tenía que haberme ido pronto. No podía soportarlo. Noté que a mi tristeza se sumaba la furia de haberla perdido y como mi cuerpo volvía a subir a esa temperatura que no me gustaba.

-Eric, por favor, aléjate de mí.

-¿Qué? ¿Por Qué?

-Sólo hazlo.

Y se alejó. Mi energía no diminuyó esta vez, no como las anteriores, sino que aumentó. Se me hizo raro, pero no hice ni caso. Mi tristeza y mi furia aumentaban, y mi cuerpo temblaba por eso, en sollozos. No pude contenerme más, tube que hacrelo, aunque eso hizo que Eric se asustase. Grité. Aún peor que lo de la última vez. Esta vez fue con furia y dolor y fue un grito muuy alto. Entonces pasó lo más raro que me había pasado en toda la vida.

Noté como mi energía aumenteba cada vez más, como mi boca se curbaba dibujando una sonrisa y como la palabra de lo que me estaba pasando se cruzaba en mi mente. ¡¡PODER!! Eso fue lo único que logré pensar. Entonces, a mi cabeza, vinieron recuerdos de cuándo era niña, algo que nunca había sabido: Tenía tres años y estaba en la playa. Mis padres me dijeron que no me bañase, pero no les hice caso y fui hacia el agua. Me aogué. Un desconocido me sacó del agua, sacó mi alma de mi cuerpo, me curó y volvió a poner mi alma en mi cuerpo. "Solo podrás recordar esto cuando estés preparada" me dijo "sálvandote de la muerte acabo de maldecirte, acabo de hacerte inmortal y de darte un gran poder. Cuando estés preparada sabrás que hacer con él."

Abrí los ojos. Eric estaba delante de mí muy preocupado.

-¿Qué te ha pasado? Y... ¿por qué tua ojos tienen ahora un brillo tan... raro?

-Acaba de venirme un recuerdo muy peculiar a la mente... Y ¿sabes qué? Hoy me siento más poderosa que nunca.

Y era verdad. Le conté a Eric lo que había visto. Nunca me había sentido mejor...

-¿Qué estás maldita?

-Sí, sé que parece raro, pero tiene que ser eso. Y... al parecer ya estoy preparada para ese gran poder...

Sonreí. Él no se lo podía creer y a mi me resultaba raro.... Pero ahora podría buscar a Nadia... sin ningún problema.





Esto lo ha escrito:
Fátiima

sábado, 16 de enero de 2010

Despedida

Estaba nerviosa, podía decirse que incluso tenía...miedo. Miedo. ¿Que es el miedo? Quizas una manera de expresarse. Un grito mudo.
Luz despertó, me relajé un poco. Estaba viva. Estaba viva.
Miró buscandonos, primero miró a Eric y luego a mi.
-¿Estas mejor?-preguntó Peludito.
-¿Luz?-dije con un hilo de voz. El miedo seguía ahí, a punto de desvanecerse, pero seguía ahí.
-Si...estoy bien-dijo con voz temblorosa.
Intentó incorporarse pero Eric no la dejó, y fue cuando vió a los vampiros.
-Manten la calma- susurró Eric.- Por favor. Necesitas calmarte. Te prometo que no te pasará nada.
Luz se puso nerviosa, estuvo a punto de darle otro ataque, pero despues se relajó y no sucedió.
Miré a los vampiros, no dejaban de mirar a Luz. Seguramente deseando incarle el diente. Me acerqué a ellos, con el propósito de hablar con ellos y hacerles olvidar a Luz.
-Nadia-dijo el jefe...¿Como se llamaba? Había tiempo que su nombre había caido en el olvido. Ahora era o Jefe o Amo.
-Dejadla en paz. No es culpa suya que lo haya descubierto.
-¡Pero es una humana! Sabe quien somos y debe morir.
-No, no debe morir-dije tranquila-eso solo demostraría a los licantropos que somos débiles.
-Ya vemos que tienes buenas relaciones con los licántropos...
-¡No estamos hablando de eso!-interrumpí.-Matarla solo demostraría nuestra debilidad.
-¿¡Que debilidad!? ¡Los vampiros no somos débiles!
-¿Entonces por que considerais unha simple humana como una amenaza? ¿Por que no os atrveís a hacercaros a un pobre, débil, jover y arrogante hombre lobo? ¿Por que disteis un paso atrás cuando mi amiga, la humana, comezó a echar chispas? La respuesta: por miedo, por cobardía...¿No os dais cuenta? Nuestra raza está cayendo, nuestro orgullo baja, ya no tenemos el poder de antaño. Ya no somos poderos.
-¡No sabes lo que estas diciendo! ¡Eres demasiado joven para entenderlo! ¡Eres una hipócrita!
-¿Demasiado joven? ¿Sabeis cual es mi edad? Ya pasé un Período de Muerte, y estoy a punto de entrar en el segundo-me reí, mientras, muchos de los vampiros alzaron murmullos de expextación-No soy joven, quizás si en apariencia, pero no en mente. Solo soy un poco más joven que tú...-dije señalando al "Jefe"
-Asi que...según tu ya no somos poderosos...-estaba mediando...¡lo había convencido! Miró a Luz-Bien...la dejaremos con vida, una humana no supone ningún riesgo para nosostros...ni la humana ni el perro.
-Se llama Peludito-dije con una sonrisa mientras ellos se marchaban. Me acerqué a ellos. -Todo arreglado.No les importa que sepas lo de los vampiros y hombres lobo porque èl te lo contó... supuestamente. A mí no me pasará nada y tú vivirás. Créeme, es la mayor oferta que pueden hacerte. Eric la abrazó con...¿amor? y Luz le devolvió el abrazo.
Estaban enamorados uno del otro. Podía separar a Peludito de Luz, pero por nada del mundo le haría daño a ella. Y yo, tampoco era nadie para intervenir en ese sentimiento que se nos había negado. Los vampiros no podíamos enamorarnos, solo podíamos sentir un cierto afecto...
Pero los licantropos si que podían amar; y si Peludito quería a Luz, y Luz quería a Peludito, yo no podía evitarlo, así que, con el corazon sangrando literalmente, decidí sacarme del medio.
-Bueno, veo que yo aquí no pinto nada así que me voy. Literalmente-Luz pusó una cara rara.
-¿Que?
-Que me voy. Que yo aquí no pinto nada. Adios.
Y me marché corriendo, me dolía tanto dejar esa vida atrás. Ahí había sido feliz, incluso había olvidado que era y centrado más en quién era. Pero todo llega a su fin, y ahora que tenía por delante una nueva vida, tenía que retomar relación con Jack...



Esto lo ha escrito:

♡Iree♡

La huida

Me desperté medio confundida pensando que estaría muerta. Si no era porque se me había terminado la energía, sería por los vampiros. Pero no. Desperté en los brazos de Eric. Al parecer no me había soltado, en realidad... parecía como si yo siguiera aguantando de mi peso. Era bastante fuerte.

-¿Estás mejor?- me preguntó él.

-¿Luz?- preguntó Nadia.

-Sí... Estoy bien.

Intenté soltarme de los brazos de Eric, pero él no me soltó. Fue cuando miré hacia delante y los vi... de nuevo. Seguían allí. Muy alejados de nosotros gracias a Nadia, pero allí.

-Manten la calma- me dijo Eric bajito.- Por favor. Necesitas calmarte. Te promrto que no te pasará nada.

¿Que me calmase?¿Que no me pasaría nada? ¡Este tío flipaba! Estaba delante de veinte vampiros sedientos... ¿y me deía que me calmase? Estaba loco. Completamente loco. Así que, como es evidente, me puse nerviosa. Y mi temperatura volvióa a subir, notablemente.

-¡Cálmate!- me repitió, susurrando. Empecé a entenderlo. Mi temperatura subía si me ponía nerviosa y me podía pasar cualquier cosa... rara si me enfadaba, asustaba, me ponía nerviosa... o cosas de esas.

¡Genial! Era un bicho raro rodeado de vampiros. Creo que lo mejor sería que me muriese de una vez. Mi vida no podía empeorar... ¿o sí?

Aparté esos pensamientos de mi mente y me relajé. Mi temperatura bajó y Eric sonrió. Vi que Nadia nos miraba de reojo y la miré con seguridad. No podía tener miedo.

Nadia habló con ellos, pero no pude oir bien lo que decían. Auque estaba claro de que hablaban de mí. Supongo que intentaba convencerlos de que no me matasen. Estube a punto de gritar que los dejara, ya que en cierto modo quería morir. Solo en cierto modo. También estaba contenta porque los seres mágicos que más me gustaban existían, por fin tenía una buena amiga... y estaba enamorada...

Vi como todos los vampiros me miraron, por última vez, luego le dijeron algo a Nadia y se fueron. Suspiré... y me relajé. Ese día había sido muuy raro.

-Todo arreglado- dijo Nadia.- No les importa que sepas lo de los vampiros y hombres lobo porque èl te lo contó... supuestamente. A mí no me pasará nada y tú vivirás. Créeme, es la mayor oferta que pueden hacerte.

¡Vaya! ¡Pero qué amables eran estos vampiros! Bueno, todo se había arreglado y mi vida pronto volvería a ser la misma... en cierto modo.

Seguía en brazos de Eric justo cuando él me abrazó, no como me había abrazado antes, sino un abrazo de verdad... como de alivio. Creo. Puse mis brazos alrededor de su cintura y enterré mi cabeza en su hombro. Nos soltamos y vi como nos miraba Nadia. No sabía que decirle ni como actuar en esa situación. Iba a ir junto a ella cuando dijo:

-Bueno, veo que yo aquí no pinto nada así que me voy. Literalmente- añadió cuando vió mi cara.

-¿Qué?- le digo.

-Que me voy. Que yo aquí no pinto nada. Adios.

Y se fue corriendo como lo había hecho hacía... ¿cuanto tiempo había pasado? Ni lo sabía ni me importaba. Nadia había sido mi mejor y única amiga en todos mis 15 años... y se había ido. Las lágrimas brotaron de mis ojos y Eric me puso su mano en mi hombro. Así me quedé, llorando petrificada por la pérdida de mi mejor amiga... pero no pensaba perderla...





Esto lo ha escrito:
♥Fátiima♥

miércoles, 13 de enero de 2010

Salvación inutil

Los vampiros se hacercaron a Eric. Uno se fijó en Luz. Todos sabían que había una humana por allí. Pero también había un hombre lobo un poco majara...ningún licantropo en su sano juicio salvaría a un vampiro. A excepción de que...estuviera enamorado.
Un vampiro se adelantó al resto.
-¿Qué has dicho, joven hombre lobo?- preguntó.
-Lo que habéis oído. Ella no infringió vuestras normas, y yo tampoco. Yo sí puedo contárselo, y lo hice.
-¿Podemos saber por qué has hecho esto?-volvió a preguntar el vampiro.-Porque yo puedo decírselo, ya os lo he dicho. Vi a Nadia con esta chica. Pero también supe que ella ignoraba lo de los vampiros. Se lo dije y Nadia no pudo desmentirlo, y entonces se lo tubimos que demostrar-¡Lincántropo estúpido! Solo está empeorando las cosas.
Y todos miraron a Luz. ¡Ah no! Por que no miraba na Eric...¿por que no me miraban a mi? ¡Tenían que dejar a Luz a un lado!
Eric la abrazó...eso me tranquilizó un poco. Me levanté y fui con ellos, me quedé a su lado, con arcadas en el estómago por el hedor de Peludito. Luz parecía nerviosa, de pronto su temperatura comenzó a subir. Los vampiros se asutaron. ¡Por favor otro ataque de chispas no!
Y Luz se desmayó...


Esto lo ha escrito:
♡Iree♡
Esto era demasiado. Delante de nsotros, mirando a Eric, había veinte descnocidos vampiros, que pronto se darían cuenta de que había una humana delante. Al principio solo un se fijó en mí. Me puse nerviosa. Conocía a Nadia y sabía que nunca me haría daño. Pero esos eran diferentes.

El vampr miró de nuevo a Eric y me dejó a mi tranquila. Me relajé... un poco.

El que parecía el jefe se adelantó, era el que había hablado antes. Tenía cara de pocos amigos, de malas pulgas. No me gustó, no me cayó nada bien.

-¿Qué has dicho, joven hombre lobo?- preguntó.

-Lo que habéis oído. Ella no infringió vuestras normas, y yo tampoco. Yo sí puedo contárselo, y lo hice.

-¿Podemos saber por qué has hecho esto?-volvió a preguntar el vampiro.

-Porque yo puedo decírselo, ya os lo he dicho. Vi a Nadia con esta chica. Pero también supe que ella ignraba lo de los vampiros. Se lo dije y Nadia no pudo desmentirlo, y entonces se lo tubimos que demostrar- esta fue la contestación de Eric. ¿Por qué estaba haciendo esto? ¿Pr mi? ¿Lo estaba haciendo porque yo se lo había pedido? No podía creerlo.

De pronto, vi como todos los ojos se posaban en mí. Podía soportar que Nadia y Eric me mirasen, pero no veinte vampiros... hambrientos. No me quitaban el ojo de encima y me puse nerviosa. Eric se tensó y me abrazó en un tono protector más que nunca. Nadia se levantó y vino junto a nosotros. ¿Querian matarme? Era lo más probable, no estaría acostumbrados a tratar con humanos... si es que era una humana...

Me quité esa idea de la cabeza y me concentré en que pronto iba a morir desangrada. Entonces me volvió a pasar algo raro... como cuando heché chispas en el insti. Solo que distinto. La verdad es que no sé muy bien que fue lo que pasó. Solo se que mi tenperatura corporal aumentó, más que la de Eric (que ya es decir), y que los vampiros se asustaron y se echaron atrás.

Me confundí. No pude más. Noté como mi energía se iba... y me desmayé.





Esto lo ha escrito:
♥Fátiima♥

lunes, 11 de enero de 2010

Veinte Vampiros

Se acercan. ¿Como pueden ser tan rápidos? ¿Como pueden averiguarlo todo tan rápido? Eric tambien los huele.
Me pongo nerviosa, y el tenso.
-Acercate a mi-dice Eric dirigiendose a Luz, ella duda, me mira, asiento, y se acerca a el. Eric se pone delante de ella, protegiendola de lo que dentro de unos minutos va a llegar.
Llegaron, eran veite. ¿Por qué venían tantos?
Venían a por mi, estaba segura, venían por haber confesado a un humano mi naturaleza.
-Nadia, creo que ya sabes a qué hemos venido. Vamos.
Los miré, sonreí. ¿Pensaban que me iba a entregar por las buenas? No me conocen. Me miran sin entenderme.
-Me parece que sí lo sé, pero también me parece que vosotros no me conocéis en absoluto.
Salté y comence a correr lo más rápido que pude.
Los vampiros me siguieron.
Me alcanzaron, les gruñí, nos enzarzamos en una pelea. Sabía perfectamente que no podría vencer a veite vampiros.
Solo necesitaba tiempo, tiempo para que Luz apareciera en medio.
Había cogido la costumbre de interrumpir todas mis peleas. No esperaba que esta vez fuera diferente. Pero lo fue. Estaba a punto de rendirme, estaba agotada. Nunca había peleado con una veintena de vampiros a la vez.
-Por favor, dejadla- dijo de pronto Peludito, para mi sorpresa.- Aunque lo más seguro es que me arrepienta el resto de mi vida, odio la injusticia. Nadia no le dijo nada a la chica, yo se lo conté todo- y bajó la cabeza, ¿Se estaba autoimculpando? ¿De algo que había echo yo? O era tonto o estaba muy pillado por Luz.
Le miré sorprendida, yo y todos los vampiros, abrazó a Luz intentando protegerla.
Definitivamente había que reconocer que el chico era noble y valiente. Pero...¿de verdad era tan ignorante como para pensar que eso dejarían de perseguirme?



Esto lo ha escrito:

♡Iree♡

Los nuevos vampiros

Quería que nos fuésemos de allí pronto, pues ya no aguantaba más aquel escenario en el que había contemplado la lucha. Además, estaba cansada y tenía hambre.

Les miré esperanzada para que me contaran el porqué de su lucha, pero no parecía que fueran a decirme nada. No era justo. Yo les quería y ellos intentaban matarse mutuamente.

Por suerte estaban bastante calmados, muy tranquilos para estar juntos. Me gustó. Era relajante saber que podían llegar a llevarse bien. Aunque me parecía raro.



Pasó algo un poco raro. Eric parecía oler el aire y se tensó. Nadia le miró y también olió el ambiente. Puso los ojos como platos y mala cara. Supuse que pasaba algo malo.

-Acércate a mí- me dice Eric.

Le miro dudosa y luego miro a Nadia. Ella asiente. Me acerco a Eric y él se pone delante de mí, en tono protector. ¿Qué demonios estaba pasando? La verdad, no sabía por qué me lo preguntaba, pronto sabía qué era lo que pasaba. Al menos ahora que estaba en su mundo.

Y no me equivocaba. Pronto lo supe. Eran unos veite, venían todos juntos. Todos tenían la piel pálida, extremadamente pálida, como Nadia. Eran vampiros. No podía creer que pudiera ver a más vampiros...¡Qué emocionante! Pero...había un problema. Eric y Nadia estaban nerviosos e inquietos. No era bueno...

-Nadia, creo que ya sabes a qué hemos venido. Vamos.

Nadia los miró y sonrió. Ellos se extrañaron.

-Me parece que sí lo sé, pero también me parece que vosotros no me conocéis en absoluto.

Y se fue corriendo, más rápida que un rayo. Los vampiros rugieron y fueron tras ella.

-Móntate en mi lomo- me dice Eric transformándose en lobo. Le obedezco y salimos corriendo, tan rápido como todos ellos.

Pronto llegamos junto a los vampiros, que estaban en una fuerte lucha contra Nadia. Eric volvió a su forma de humano y miró la pelea. Yo hice lo mismo. Me puse nerviosa, pues eran esos veinte contra mi mejor amiga.

-Ayúdala, por favor- le pedí a Eric.- No puede morir así...

Las lágrimas brotaron de mis ojos y Eric me abrazó. Le miré y vi que me mirara como si quisiera ayudarme... Pero no podía. Iba contra sus leyes, por lo que me habían dicho.

-Por favor, dejadla- dijo de pronto, para mi sorpresa. Los vampiros le hicieron caso y se pararon. Nadia estaba en le suelo jadendo, no podía moverse.- Aunque lo más seguro es que me arrepienta el resto de mi vida, odio la injusticia. Nadia no le dijo nada a la chica, yo se lo conté todo- y bajó la cabeza.

Le miré incrédula. Nadia se levantó y le miró, estaba demasiado sorprendida. Los vampiros también le miraron, con ojos como platos. Él me abrazó más fuerte y se puso firme ante la mirada de tantos vampiros. Se notaba tenso. No podía creer lo que estaba haciendo, era toda una valentía por su parte...estaba ayudando a Nadia aunque la odiaba...delante de otros veite vampiros...




Esto lo ha escrito:
♥Fátiima♥

domingo, 10 de enero de 2010

Vencida

Corre...
Corre...
Corre...
Esa palabra flotaba en mi mente.
Era lo que tenía que hacer: correr.
Necesitaba pensar. Necesitaba reflexionar. Meditar...
Me dirijí entre mis lugares favoritos, el preferido. Era un campo muy alejado de la ciudad.
Allí estaría sola.
Me senté debajo del árbol que había allí. Cerré los ojos.
Unos minutos despues, oí un ruido. Había alguien allí. Me puse tensa.
Me di la vuelta de golpe.
Suspiré. Solo era Eric.
-¡Ah! Solo eras tú.
-No deberías subestimarme.
-¡Oh! ¿Por eso me has seguido? ¿Quieres la revancha? Ya te vencí una vez, y te dejé con vida. No abuses de tu suerte.
-Si, me venciste, pero despues huiste. ¿Por que me tenías miedo?
-¿Miedo? ¿De ti? ¡No! ¿Que haces aquí?
-Impedir que le hagas daño a la humana.
-¿A Luz? A ella no le voy a tocar un pelo. Tienes mi palabra.
-Tu palabra no vale nada. Eres un vampiro, y no puedes contenerte, intentarás matarla.
-¿Desde cuando te importa lo que yo haga?
-Es mi misión impedir que mates, ¿recuerdas?
-¡Vamos Peludito no me hagas reir! Lo que pasa es que te gusta Luz.-No contestó, se limitó a mirarme con odio.-Pero sabes que no puedes estar con ella, vuestras leyes os lo impiden. Un humano puede conocer vuestra existencia, pero no podeis hacer una vida junto a ellos. No podeis. Por eso pagas tu frustración conmigo. Por que estar con ella, significaría ser perseguido por siempre.
-¡Como si eso me importase! No deberías preocuparte ni por mi, ni por mis sentimientos ni por nuestras leyes. Por si no lo recuerdas, le dijiste a la humana que eras un vampiro. Y eso va contra vuestras leis ¿no?
-Si, pero yo siempre he sido de acción, no como tu, que eras el que se quedaba atrás, asegurando la retirada, mi querido Peludito.
-¡Qué no me llames Peludito!
Me heché a reir. Se abalanzó sobre mí, caí hacia atrás con un lobo encima mia.
¿Como podía transformarse con tanta velocidad?
Me transforme. Le dí una patada con todas mis fuerzas en la barriga. Chilló y se encogió sobre si mismo. Lo saco de encima mía de un empujón.
Se levanta, se abalanza sobre mi, pero esta vez estoy preparada, le clavo los colmillos en le cuello.
Su sangre empieza a brotar, me aparta de un fuerte empujón, chocó contra el ábol.
Le gruñó. Me levanto, corró y me pongo encima de el como si fuera un caballo.
-¡Arre borrghiitho!-¡que dificil es hablar con estos dos colmillos!
Me entiende, vuelvo a clavar los colmillos en el otro lado de cuello.
Se revuelve enfurecido para sacarme de encima, pero yo estoy bien agarrada a su cabeza.
Me muerde el brazo de alguna forma. Me suelto, me lanza por el aire. Aterrizo varios metros más lejos.
Estoy aturdida. Oigo un ruido. Será un pájaro.
Me intento levantar, la cabeza me da vuelta.
Viene Peludito, antes de que me dé cuenta abré sus fauces pegadas a mí.
Me agarrá con las fauces, y me sacude como si fuera un peluxe.
Grito.
Oigo un sonoro "clack"
Me suelta.
Me ha roto la columna. Pero solo es cuestión de segundos para volver a estar entera.
Pero el no desaprovecha la oportunidad y se pone encima mía para inmovilizarme.
Luz aparece corriendo.
-¡¡¡DÉJALA EN PAZ DE UNA VEZ!!!
La miro, ¿que hace alli?
Eric titubea y se aparta de mi. Vuelve a su otra forma.
Luz viene corriendo junto a mi, me ayuda a levantarme, aunque ya estaba perfectamente.
Eric nos miraba. Con pena, con odio, con dudas, con tristeza.
Cuando Luz se aparte un poco, le atacaré de nuevo.
Sacudo la cabeza y elimino ese pensamiento de la cabeza. Me había vencido y ahora no estaba en condiciones de vencerlo a el. Vuelvo a mi otra forma.
Luz está en medio de nosotros.
Me levanto y me acerco a ella, Eric hace lo mismo.
Nos miramos con odio.
Su mirada quería decir:"Volveremos a vernos..."
Le contesté con la mirada."Y será distinto, solo uno regresará"


Esto lo ha escrito:

♡Iree♡

La pelea

Seguía sin creerme del todo lo que me había pasado en el insti ese día... ¡Era genial! Los seres fantásticos que tanto me gustaban existían de verdad... Cualquiera me llamaría loca si se lo contaba, pero me daba igual. Además, les había prometido a Nadia y a Eric que no se lo contaría a nadie. Eric... ese nombre le quedaba que ni pintado. Era un nombre muy bonito, para mi gusto, y él... era para mí el chico perfecto. Aunque de él solo sabía como era estéticamente, su nombre y que era un hombre lobo.

Era un pena no saber nada más acerca de ellos. Bueno, al menos sabía porque Nadia nunca hablaba de ella. Pero ahora podrían contármelo, ahora que me lo habían dicho podrían contarme más cosas.

Y como tenía tantas ganas de saber más sobre ellos, me propuse ir a preguntarles al día siguiente, que era sábado.



Despierto, desayuno rápidamente, me arreglo y voy en su busca. Sabía más o menos dónde frecuentaba ir Nadia, pues me había dicho cuales eran sus sitios favoritos. Me dijo que le gustabab los lugares tranquilos, para estar sola y pensar.

Todos esos sitios eran unos campos algo alejados de la ciudad, pero todos en la misma dirección. Comencé a buscarla por todos esos campos, hasta que solo me quedó el último, el más alejado de la ciudad. Me llevó toda la mañana llegar hasta aí y estaba muy cansada. Iba a mirar si ella estaba por aí, pero no la vi.

Justo cuando iba a marcharme oigo unos gritos como de... ¿guerra o una pelea? Empecé a correr hacia donde se oían los gritos y vi a un enorme lobo de pelo color claro y a una... ¿vampiresa?

¿Serían ellos? No, no lo creía... pero me acerqué un poco más. Puede que de lejos no reconozca a alguien, pero un poco más de cerca sí... y no soporté lo que estaba viendo. Nadia, una vampiresa feroz y elegante, estaba peleando contra Eric, un fiero y enorme lobo de pelaje gris claro. No lo podía creer...

Sabía que quería a Nadia porque era mi mejor amiga y de alguna manera , de la que se escapa la razón, también quería a Eric. Sabía que eran enemigos mortales porque me lo habían dicho... pero pensaba que les importaba a los dos, a Nadia al menos. Y a Eric también, por lo que había pasado... No sabía por qué me había hecho ilusiones...

Pero me daba igual que me quisieran, me odiaran o, simplemente, no les importara, que fuera una más del montón. Tenía que parar la maldita pelea. Al menos intentarlo... o no me lo perdonaría jamás.

-¡¡¡Parad la pelea de una veez!!!- les grito, una y otra vez... pero no me oyen nunca, ya que sus gritos lo apagan todo- Por favor...-añado en susurros.

Pensé que ya no me quedaban esperanzas, hasta que vi a Eric con las patas encima de Nadia... Eric había vencido... y quería matar a Nadia... ¡No podía permitirlo! Comencé a correr hacia ellos lo más rápido que pude. Estaba a dos pasos de ellos cuando Eric iba a matarla cuando...

-¡¡¡DÉJALA DE UNA VEEZ!!!- le grité.

Me miraron, incrédulos, y me acrqué a ellos. Eric me miró, dudoso, lugo miró a Nadia, luego a mí... y así sucesivamente durante un rato. No sé porqué, supongo que lo hizo porque finalmente si le importaba, pero se le sacó de encima y volvió a su forma humana.

Nadia jadeaba y fui corriendo junto a ella. Le puse una mano en un hombro y le ayudé a incorporarse. Estubimos un rato allí sentadas con Eric en frente y sin moverse. Parecía triste y dudoso, como si no estuviese seguro de si había hecho o no lo correcto. Volví a centrar mi atención en Nadia, que ya estaba mejor. Seguía en su forma de ataque y miraba a Eric con odio. Sacudió la cabeza y volvió a su forma de siempre.

Suelté, poco a poco, a Nadia, con miedo a que volviese a atacar a Eric. Lo único que hizo fue mirarle con odio.

Les miré a los dos preocupada y, al mismo tiempo, pidiéndoles una explicación. Eric parecía seguir en su pequeño trance y me dio pena, así que me acerqué a él. Solo di un paso en su dirección y volví a mirar a Nadia. No sabía muy bien que quería decirme con la mirada, ya que era una rara mezcla de sensaciones.

Nadia levantó la barbilla y vino hacia mi. Eric, levantó la cabeza (por fin), me miró y también avanzó hacia mi. Se pusieron frente a mi, pero del todo, cada uno por su lado. Me estaban desesperando...

Y estaba demasiado preocupada por ellos y por lo que podrían hacrse... Sabía que estaba siendo una egoísta al pedirles que no se destruyeran, pero sentía que los necesitaba... Y pasara lo que pasase, iba a mantenerlos vivos...




Esto lo ha escrito:
♥Fátiima♥

sábado, 9 de enero de 2010

< < No sabe...> >

Quizás, había tardado demasiado.
Tendría que haberselo dicho mucho antes.
Ahora nuestra amistad colgaba de un hilo.
Tan pronto se lo diría.
No sabía como reaccionaria. Seguro que no se lo creería.
Me incordiaba Eric a mi lado. Pegado e ella como si...
-Si te lo has pensado mejor y no quieres decírmelo, no lo hagas. Hazlo cuando estés preparada.-me dijo. Hizce una mueca.
-Lo estoy, he esperado demasiado tiempo-miro a el-Yo... soy una vampiresa y...
-Y yo soy un hombre lobo.
Le miro.
¿Como podía decirselo así?
-Y...somos enemigos mortales-termino
Luz nos mira, parece no creernos. Se rie.
-La verdad es que entiendo por qué me mentís de esa forma. Pensé que eras mi amiga, pero veo que sólo querias reírte de mí, cómo todo el mundo.
La miré, ¿Como podía pensar que le estaba mintiendo?
No sabe el daño que me hace al decirmelo. No sabe que estoy desafiando las leyes vampíricas. No sabe que estoy haciendo dominio de todo mi autocontrol para no abalanzarme sobre el.
No sabe que mañana puedo desaparecer por haberle dicho mi secreto.
¡Los vampiros debemos permanecer ocultos! Los humanos, bajo ninguna circunstancia, deben saber de nuestra existencia, no hay excepciones. Me estoy arriesgando por ella.
Quizas mañana desapareza, quizas me den caza los vampiros, y acaben conmigo.
Hay muy pocas maneras de acabar con un vampiro. Pero los mas poderosos, saben hacerlo de forma muy dolorosa.
Luz se levanta, intenta irse.
La agarro al mismo tiempor que lo hace Eric.
-Espera Luz...te estoy diciendo la verdad-le digo.-Soy una vampiresa y él un hombre lobo. Y podemos demostrarlo.
Me transformo, tapo mi cara con las manos. No quiero poblar sus pesadillas con mi transformación.
-¿Eshto the vaalhee?-digo. Duele hablar, es dificil hacerlo. Con esta forma solo sirvo para pelear o para alimentarse.
-S...sí. Por favor vuelve a ser tú.
Vuelvo a mi forma.
Suspira.
-Sé que tú dices la verdad, Nadia, pero lo del hombre lobo no me lo creo. Lo siento.-dice mirando a Eric. Aun no acabo de atender por que le dijo que era un licántropo.
Eric se aleja. Y entra en fase.
Se acerca a Luz.
Ella le acaricia y le pide que vuelva a su forma humana.
-¿Ahora nos crees?- le pregunta él.
-Supongo que sí...
Sonrie. Sonreímos.
Ahora ya no tengo nada por lo que ocultarme.
Eric, tus días estan contados...

Esto lo ha escrito:

♡Iree♡

La confesión

La miré. ¿Su mayor secreto? Debía de ser muy importante, ya que estaba muy seria.

Me fijé en mi situación. Nadia me tenía cogida de la mano y el chico abrazada a él. Me puse nerviosa e hice que me sueltase. No lo consequí del todo, pues me puso un brazo por detrás y me cogió la mano que me quedaba libre.

Volví a mirar a Nadia. Parecía nerviosa.

-Si te lo has pensado mejor y no quieres decírmelo, no lo hagas. Hazlo cuando estés preparada.

-Lo estoy, he esperado demasiado tiempo-veo que mira al chico.-Yo... soy una vampiresa y...

-Y yo soy un hombre lobo- la interrumpe el chico. Nadia lo mira con mala cara y luego vuelve a mirarme a mí.

-Y...somos enemigos moratales-termina Nadia.

¡Genial! Mi mejor amiga me está tomando el pelo... ¿No me lo puedo creer! Les vi cómo se miraban con odio hace un rato y cómo contribuyeron para ayudarme cuando me dolía la cabeza. No puedo creer que me diga que su mayor secreto es un broma pesada. Negué con la cabeza y sonreí, más bien, me carcajeé.

-¡¡¡Jajaja!!!-los dos me miran cómo i no entendieran que me pasaba...no me puedo creer que sigan fingiendo...-La verdad es que entiendo por qué me mentís de esa forma. Pensé que eras mi amiga, pero veo que sólo querias reírte de mí, cómo todo el mundo.

Me levanto, totalmemte indignada e intento irme. Los dos tiran de mis manos para que no me vaya y vuelva a sentarme. Lo consiguen.

-Espera Luz...te estoy diciendo la verdad-me dice Nadia.-Soy una vampiresa y él un hombre lobo. Y podemos demostrarlo.

Nadia me miró, muuy seria. Luego se tapó la cara con las manos y su cuerpo se curvó un poco, como un felino a punto de atacar a su presa. También vi como sus manos, ya muy pálidas, se ponían más blancas todavía. Eran blancas como la cera. Se destapó la cara y me asusté un poco. Su expresión era más fiera, su piel era tan blanca como la de sus manos y tenía los colmillos más grandes que el resto de los dientes. Noté cómo el chico me atraía algo hacia él por el susto que me había levado.

-¿Eshto the vaalhee?-me dice con dificultad.

-S...sí. Por favor vuelve a ser tú.

Se encoge en sí misma y se incorpora de nuevo. Vovía a ser la Nadia que yo conocía...en parte. Suspiré.

-Sé que tú dices la verdad, Nadia, pero lo del hombre lobo no me lo creo. Lo siento. añado mirando al chico.

Me suelta y se levanta. Se aleja un poco de donde estamos nosotras y su cuerpo se convulsiona. Se encoge en sí mismo y se convulsiona aún más. Luego se estira y veo a un lobo enorme frente a nosotras. El lobo era de un gris claro muy bonito y tenia unos ojos negros e inteligentes. Se acercó algo más a mí, hasta que pude tocarle. Era más alto que yo. Le toqué, tenía el pelo muy suave y espeso.

-Vuelve a tu forma humana, por favor- le dije.

Todo eso me parecía un sueño, un ficticio y maravilloso sueño del que pronto me despertaría. Aunque no quería despertarme. En eso tenía suerte, ya que no era ningún sueño.

El chico volvió a su forma humana y vino junto a nosotras.

-¿Ahora nos crees?- me pregunta él.

-Supongo que sí...

Les sonreí. Ellos me devolvieron la sonrisa y volvieron cogerme de las manos.

Todo esto era demasiado raro...y bonito...





Esto lo ha escrito:
♥Fátiima♥

jueves, 7 de enero de 2010

Susto

Las cosas se tuercen.
Cada vez todo es más dificil.
Pensé que aquí ni me encontraría. Pensé que podría empezar de cero.
Estuvo meses sin dar señales de vida. Me había confiado. Pensaba que me había perdido la pista. Me equivoqué, y el me había localizado.
Entonces noté como a Luz le pasaba, parecía que no estaba en nuetro mundo. La miré preocupada. El hizo lo mismo.
Y entonces cayó de rodillas.
-¡Luz!
Me acequé a ella para ayudarla a incorporarse. Cuando comenzo a...¿echar chispas?
-Pero ¿que...?
Oí como mi invitado soltaba una palabrota. Luz se puso a llorar. Yo quería hacercarme a ayudarla, pero esas chispas no me dejaban.
-¡No te acerques a ella!-le grité
Me miró, puso los ojos en blanco y siguió acercandose.
-Eric...-le previne.
Luz lloró con más fuerza. Tenía que sacarla de allí.
-Tenemos que llevárnosla de aquí.-lo dijé sin pensar. No debía ser así. Yo tenía que sacarla de allí. Pero el no, el no pintaba nada.

Me acerqué a Luz con decisión, no me importa las chispas. La levante, el se acercó y tambien la cogió.
-Dime cual es el sitio más alejado, al que los estudiantes no suelen ir. Yo la llevaré-dijo el. Le gruñi. Pero asentí. Suelte a Luz, excepto su mano. Y guié a ambos hasta un campo alejado.
-¿Por qué tenías que seguirme? Por tu culpa ella está así...pero no sé por que echa chispas. No es normal en los humanos.-le increpé a el.
Luz gritó con fuerzas. ¿Que le pasaba?
-Cálmate, vamos, tranquilízate...Todo va a salir bien...-le dijo él.
Luz abrió los ojos. Me miró y después miró a Eric. Se quedó mirandolo.
-Por favor...no hagas esto ahora-susurré bajito. No me oyeron.
Luz me volvió a mirar.
Suspiré.
Había dejado pasar mucho tiempo. Había puesto en peligro a Luz por miedo a decirle la verdad.
Pero había llegado la hora. Era el momento de reverlar mis secretos mejor guardados.
-Creo que ha llegado el momento de que te cuente algo...Algo muy importante, mi mayor secreto...


Esto lo ha escrito:

♡Iree♡

El dolor de cabeza...

¡No podía soportarlo más! Mi mejor y única amga me estaba ocultando algo muy grande y no tenía ni idea de qué era lo que me pasaba a mí. La cabeza comenzó a dolerme, pero no era un dolor normal. Me dolía demasiado... Ellos me miraron...¿preocupados? Mis ojos me delataban. Sabían que yo no estaba bien...


No pude soportar por más tiempo ese dolor, allí de pie y sin nada en que apoyarme. Me llevé las manos a la cabeza y caí de rodillas. No oía ni veía nada. Sólo sabía que me dolía la cabeza. Vi un resplandor que venía y se marchaba. Estaba...¿saliendo de mi curpo? ¡Estaba hechando chispas! ¿Pero qué demonios me estaba pasando? No entendía nada...No sabía que era lo que me pasaba...

No pude aguantar más. Lloré. Me puse a llorar y a hechar chispas. Oí murmullos ebfadados cerca de mí, pero no sabía que decían ni quienes eran.

-Tenemos que llevárnosla de aquí- dijo...¿Nadia? Era posible.

Noté una mano en mi espalda y una fría mano cogiéndome una de las mías. Luego noté otra mano en mi espalda, también, y una ardiente que me cogió la que me quedaba.

-Dime cuál es el sitio más alejado, al que los estudiantes no suelen ir. Yo la llevaré.- lo poco que oí de esta voz me gustó, menos por que parecía alterada. Tenía que ser el chico que estaba junto a ella.

Noté que las manos me dejaban, menos la helada, que seguía sujetando una de las mías. Alguien me elevó en el aire y la congelada mano iba delante de nosotros, guiándonos.

Me dejaron en el suelo y volví a oír esos murmullos enfadados.

-¿Por qué tenías que seguirme? Por tu culapa ella está así...pero no sé porqué hecha chispas. No es normal en los humanos.

¿Seguirla...? ¿Normal en los humanos...? ¿Pero de estaban hablando? No entendía nada...Y por eso...pasó lo que pasó...

-¡¡¡Aaaaaah!!!- grité. Era el grito más horrible que había oído, y eso que era mío.

Alguien me cogió en sus brazos y la mano congelada apretó la mía con más furza.

-Cálmate, vamos, tranquilízate...Todo va a salir bien...-era aquella bonita voz, tenía que ser el chico, pero ahora su voz era dulce...muy dulce.

Me calmé, abrí los ojos y miré que pasaba. Nadia me tenía cogida de la mano y estaba muy preocupada, el chico me tenía en sus brazos...Y me fijé bien en él: tení la tez morena, pelo corto y negro y unos ojos castaños muy profundos...

Miré a Nadia, tenía los ojos llenos de preocupación y dudas...

-Creo que ha llegado el momento de que te cuente algo...Algo muy importante, mi mayor secreto...



Esto lo ha escrito:
Fátiima

miércoles, 6 de enero de 2010

Encuentro no grato

Desde la primera conversación con Luz, ella habló mucho conmigo. Mucho.
Al principio pensé que era un poco plasta, e incluso me daban ganas de coger y darle en todo el morro haber si se callaba.
Pero descubrí que la chica me caia bien, cada día nos llevabamos mejor, y ella sabía que no debía preguntarme sobre mi, asi que hablabamos sobre ella y sobre los estudios.

Suspiré, tocaba Mates. "La Gran asignatura". Asiganatura, que particularmente, me parecía un coñazo.
Me dirigí a la clase, y me senté en mi sitio.
Mi sitio está al lado de la ventana, asi que me sumí en mis pensamientos y me quedé contemplando la gente que paseaba libre por fuera mientras, yo, estaba allí encerrada.
La profesora se acercó a mi y me llamó la atención. Asentí sin pizca de interés y seguí mirando por la ventana. Despues me preguntó algo sobre lo que acababa de explicar.
-No lo sé-le contesté.
-No lo sé, señora. ¡Repitelo!
-¿El que?
-No lo sé, señora
-Pues si no lo sabe no pregunte, y además no hace falta que me llame señora.
Miré a los ojos a la profesora. Ví como se ponía roja, luego blanca como la cera y despues roja de nuevo.
-¡¡Fuera de clase!! ¡¡Al despacho de la directora!!
Sonreí. Como si eso me importase. Cogí mi mochila y me fui de clase.
Mientras cruzaba el aula, algunos alumnos muy repipís me decían: "que arrogante" "¡maleducada!" "'¡engreida!" "Te cres mucho ¿verdad?" y otros en cambio me felicitaban. "¡ha sido increible!" "¡Felicidades!" "¡eso ha estado muy bien!"

Llegué al despacho de la directora, le dije lo que había pasado. De repente noto un cambio en el ambiente.
Algo que sobre en el insti. Algo que está aquí, pero no debería estar. Con una disculpa me dui corriendo del despacho.

Ajajá.
Estaba en la puerta del colegio.
-Tu...
-Nadiaa...que grata sorpresa...
-¿Sorpresa? Vamos admite que me has seguido.
-¿Acaso creeias que puedes huir de mi?
-¿Me vas a atacar?
-Quizás
-¿A una pobre e inocente niña?
-Has dicho tres mentiras en seis palabras. Ni eres pobre, ni eres inocente, ni eres una niña.
-¡Por que no me dejas en paz!-susurré. No me había dado cuenta, pero estábamos hablando en susurros.
-Porque no puedo. Sabes que no puedo. Tu me arrastras, y a ti te pasa lo mismo.-noté un tono de amenaza en su voz.
-Si te acercás griteré
-Ya...y la directora...¿no te preguntará que haces fuera de clase?
-Ella sabe que estoy aquí. Huí de ti para que me dejases en paz. No tendrías que haber vuelto. Esto solo complica las cosas.-Le miré con odio, ambos nos estabamos mirando con odio. Yo le odiaba, y el me odiaba. Era lei de viva: O matas y vives, o no matas y dejas que te maten.
-¿Puedo saber que es lo que está pasando aquí?-dice...¿Luz? Espera...¿que pinta ella aquí?
Los dos la miramos. Me doy cuenta de que el la mira a ella y ella a el. ¡Por dios que no se convierta esto en una pelicula!
La miré intentando decirle que no sabía lo que estaba diciendo y que dejara de mirarlo de una vez. No sé si me entendió.
-¿Que...?-comenzó Luz, pero no dijo nada más. Parecía confusa. Miré a mi invitado, intentado invitarlo a que se fuera un poco a la mierda. Tenía que explicarselo a Luz todo, y tenía que hacerlo ¡Ya!




Esto lo ha escrito:
♥Iree♥

Una visita inesperada

Pasó algún tiempo en el que hablé mucho con Nadia y, gracias a la insistencia, nos hicimos amigas. Era una chica algo rara, pero me caía genial. Siempre evitaba cualquier pregunta que fuera sobre ella, sólo me dejaba hablar de mí (cosa que odiaba) y del colegio, o cosas por el estilo.

Un día fuimos a clase de mates, tocaba una aburrida clase de repaso. Lo peor de todo era que ya la sabíamos, así que iba a ser aún más aburrida que de costumbre. Cuando entramos nos sentamos en nuestros sitios como hacíamos siempre. El profe volvió a explicar las clases anteriores y yo me puse a dibujar un personaje de una historia que estaba leyendo en casa.

Miré a Nadia. Ella estaba con la mirada perdida en la calle, no le hacía el más mínimo caso al profe de mates. Él también la vió, y como no le hacía caso no le vió acercarse.

No recuerdo muy bien lo que dijeron, fue algo un poco confuso. Sé que él le llamó la atención y que ella pasó de él. Volvió a decirle que atendiese en calse y Nadia le faltó al respecto. Hoy estaba un poco rara, la verdad. Y, cómo no, el profe la echó de clase.

Me quedé un poco preocupada, pues no era propio de ella. Por fin tocó el timbre y me voy al despacho de la directora, a buscarla.

Cuando llego no está, así que le pregunto a la directora a donde ha ido.

-Me dijo que tenía que salir fuera urgentemente.

Me sorprendo. Urgentemente? Me voy a fuera corriendo y la veo en un rincón con un chico en frente. No logro oír lo que dicen, pues hablan en susurros, pero no me importa.

Iba a ir junto a ellos y a hablar con Nadia, pero me interrumpo. Miro los ojos de ambos y veo un profundo odio en sus miradas. Nunca la había visto así. Parecía... cómo si quisieran matarse con la mirada...

Era muy raro...

-Puedo saber qué es lo que está pasando aquí?

Los dos me miran. Nadia parece triste, como si me estubiera ocultando algo y no quisiera hacerlo... Él me mira a los ojos y yo a él...

Fue una sensación rara, nunca antes me había pasado esto... Fue como una explosión dentro de los dos, como si estubiésemos conectados de alguna manera...

Y Nadia lo notó. Me miró con una cara como diciendo "no sabes lo que estás haciendo, no lo hagas..." y negaba con la cabeza.

Le miré a él y vi que me seguía mirando. Nadie me había mirado así nunca...

Qué demonios me estaba pasando?! y qué estaba pasando allí?!

-Qué...?- eso fue lo único que conseguí decir.

Estaba tan confusa...

Qué era lo que pasaba allí?! No podría soportarlo por mucho tiempo...




Esto lo ha escrito:
☆Fátiima☆

martes, 5 de enero de 2010

Primer día

Nuevo insti.
Nueva vida.
Abro las puertas para entrar y me encuentro con lo que siempre pasa cuando me cambio de colegio.
Todos me miran, pero no es como cuando miran a un nuevo alumno. No, me miran por que soy pálida. Extremandamente pálida.
Veo en una esquina a una niñas tontas riendose, cuchicheando y señalandome.
Acaso piensan que no las he visto. Ingenuas.
Debo de reconocer que mi aspecto tampoco es que no llame la atención. Soy pálida, pero si fuese rubia, mi palidez no llamaría la atención.
Pero no, tengo el pelo negro y corto, lo que la mayoría de las veces llama mucho la atención.
Como en este colegio, donde todas tienen el pelo largo.
Iba a dirijirme hacia las niñas tontas que reian cuando toco el timbre.

Me dirigí a la clase que me tocaba.
Me senté un sitio al fondo de la clase. Todos los alumnos me miraban.
Deseé que acabara la clase de una vez. Y no le presté atención a nada de lo que dijo el profesor.

Hora de comer.
Me fui al comedor, y me senté de nuevo sola en un rincón. Todos me miraban con caras torcidas y cuchicheaban.
Vale, que era nueva y diferente, pero conservaba las orejas y las utilizaba para oír como todo el mundo.
Una chica se acerca a mi. Parecía que no estaba muy segura de lo que hacia. Durante una farcción de segundo pienso en apartarme y alejarme de la chica, pero despues decido quedarme, a ver que quiere esta muchacha.
Se sienta a mi lado.
-Hola-me saluda sencillamente.
-Hola...¿quieres algo?-le contesto cortante
-La verdad es que sí. Me llamo Luz, ¿y tú?-Me quedo mirandola, es la primera que se atreve a preguntarme algo.
-Emm...Me llamo Nadia. En...encantada de conocerte, Luz.
-Lo mismo digo Nadia-y me tiende una mano con intención de que se la estreché, el principio titubeo un poco. Esto nunca me ha pasado, por lo cual, no es normal.
Al final se la estrechó, y noto que se estremece cuando lo hago.
Quito la mano rapidamente, y le sonrio falsamente, me mira preguntandome por que tengo las manos heladas. Me limito a contestarle.
-Lo siento, suelo tener las manos muy frias siempre y hay hace bastante frio, además
-Ya, claro, era de suponer-parece un poco abochornada, aunque no estoy segura de que no sean imaginaciones mias.
Nos sonreimos mutuamente.
Solo deseo despegarme de ella. Tiene la pinta de ser muy curiosa y de que cuando coja confianda, me acribillará a preguntas. Un riesgo, que quiero evitar.



Esto lo ha escrito:
☆Iree☆

La nueva del insti

Todo comenzó cuando llegué al insti y vi a aquella chica tan pálida. Esa palidez no era normal, no era humana. También era la primera vez que la veía por allí.

Justo cuando iba a acercarme a saludarla tocó el timbre y me tube que ir a clase.

Me sorprendí cuando coincidimos en la misma clase dos veces antes de la hora de comer, ya que pensaba que sólo estaría por aquí de vacaciones. Bueno, al menos tendría una oportunidad de saber quien era esa chica.

Me senté con mis compañeros de siempre. Tengo muchos amigos, pero ninguno de verdad, así que no soy muy afortunada. Me caen bien, pero, no saben guardar secretos ni nada por el estilo.

Miré por todo el comedor a ver si encontraba a la chica y la vi sola en un rincón. Todo el mundo la miraba con una cara muy rara, como si la conocieran y no les cayese bien a nadie. No podía creer que en ese colegio fueran tan superficiales...

-Ei chicos! Habeis visto a la nueva? Es muy rara, dicen que no se acercó a nadie y que cuando alguien se le acerca ella se va.

-Sí! Parece muy rara...

-Pues yo voy a ir a saludarla- les anuncio a todos. Todos se quedan con una cara inconprendible, no les gusta mi idea y lo sé. Pero quiero conocerla, me parece maja. Aunque todos digan lo contrario.

Ya soy bastante rara yo sola así que no creo que eso empeore al acercarme a una chica.

Me levanto y voy hacia la mesa donde está la chica. Me siento a su lado... y no se aparta. Sabía que estos chicos exageraban.

-Hola- le digo.

-Hola...-me contesta en tono pasota-querías algo?

-La verdad es que sí. Me llamo Luz, y tú?

-Emmm- me mira con cara rara, como si no se lo creyese- Me llamo Nadia. En...encantada de conocerte Luz.

-Lo mismo digo Nadia- y le tiendo la mano. Al principio duda, se queda con la mano en el aire y luego me la da. Estaba congeladaa!!

Quita rápidamente la mano de junto a la mía y me hecha una fugaz sonrisa falsa. La miro con cara rara y ella parece entender por que lo hago.

-Lo siento, suelo tener las manos muy frías siempre y hoy hace bastante frío, además- se disculpa.

-Ya, claro, era de suponer.

Me sonríe y yo le sonrío. Parecía simpática de vrdad.

Creo que esto sería el comienzo de una primera buena amistad.

Pero... tenía tantas preguntas que hacerle...




Hoy ha escrito:
Fátiima

Introducción

Hola a todos los que quieran sequir esta historia.

Quiero deciros que este blog no sólo es mío, también es de Irene. Una seguidora mía, de quien también soy seguidora, que tiene cuatro blogs muy buenos, también escribirá aquí.

Ella tendrá su propio personaje y yo el mío. Escribiremos lo mismo pero con distintas perspectivas, la suya y la mía.

Hoy escribo yo, pero ella también lo hará.


Las protagonistas serán Nadia (Irene) y Luz (yo, Fátima).

Esperamos de corazón que os guste la historia con doble perspectiva.

Un beso a todos.

Os queremos:

Ireee & Fátiima