martes, 27 de julio de 2010

Gasolina

Si el sol abrasador pone de malas a los vampiros..sumad a eso que haya sido derrotado por unos individuos que ni llegan a vampiros, y que uno de sus enemigos haya secuestrado a su mejor amiga y tendreis una leve idea de la mala ostia que llevaba encima.
Menos mal que la accion me ayuda a relajarme, porque sino seria el fin del mundo.
Estaba dando vueltas alrededor de una mesa, sobre la que reposaba una rosa negra manchada de sangre humana seca.
Jack jugueteaba nerviosamente con un bolígrafo, lo que me ponía más nerviosa de lo que ya estaba.
Eric estaba sentado en el sofá con la cabeza enterrada entre las manos, se había derrumbado al ver que no conseguia seguir el rastro de Luz.
Y aquí la única que tenia ganas de hacer algo era yo.
Porque a Jack le importaba todo un comino (era un insensible, aun dentro de los vampiros) y Eric, simplemente estaba hundido y lo siento, pero tengo mi código de honor y no pienso consolar a un licántropo.
-¡Jack! ¡Al hospital a por sangre! ¡¡YA!!-ordené, se me había ocurrido una idea-Eric, haz algo, vete a por cualquier cosa con la que pueda prender fuego.
Me giró hacia mi con la mirada perdida. Pero me obedeció.
Salté por la ventana, y en milesimas de segundo agarré a un humano y lo volví a subir al piso de Jack. Lo dejé inconsciente y repetí la operacion hasta que tube 5 jugosos humanos inconscientes en el salon.
Eric fue el primero en regresar, había traido cerillas, mecheros y un montón de gasolina (me encantó la idea de la gasolina, hay que admitirlo) y tan pronto entró ya puso mala cara al ver a los humanos.
-¿Y eso?
-Cosas de vampiros
Y entonces entro Jack con las bolsas de sangre robadas del hospital. Me giré para hablarle a Peludito.
-Si no te gusta no mires, pero para rescatar a Luz tenemos que estar fuertes.-dije y para mi sorpresa asentio sin ninguna queja.
Asi que Jack y yo nos dimos un gran banquete.
Cuando por fin acabamos les explique el plan.
-Vamos entrar a lo bestia al puto zulo de Sam y vamos a dejar un chorro de gasolina detrás de nosotros, si la cosa se pone fea solo tenemos que encender una cerilla y sueltarla. Ya se que tu y yo-dije dirigiendome a Jack-moriremos pero...tu-dije girandome hacia Eric-es posible que sobrevivas, quizas un pelin chamuscado, pero vivo. Asi que te dejariamos el camino despejado para que rescates a Luz. Todo estaria controlado. Creedme, esos vampiros le tienes mucho aprecio a su existencia.
Jack asintió, conforme. Pero Eric siempre tiene algo que decir.
-¿Y si en tu ''explosion controlada'' muere Luz?
-Es un riesgo que tenemos que correr. ¡Acabo de decir que me voy a suicidar y de camino mato a Jack (y a Sam con un poco de suerte) para que vosotros dos esteis juntos!
-Esta bien esta bien...

Tal como predije, en el medio de un bosque enorme a un par de kilometros había una construcion que claramente era de Sam.
Tal como predije, esos vampiros le tenian un gran aprecio a la vida, y cuando se dieron cuenta de que lo de hacer volar todo por los aires era cierto, no dudaron en traicionar a Sam y a guiarnos. (Vale, es cierto que tubimos que tirar una cerilla ya al principio, pero un vampiro se tiró enciama y apagó en fuego)
Me paré en seco. Olí a algo que desgraciadamente conocia bien.
-Hay olor extraño en la atmosfera-comentó Jack.
-Es Luz-dije
-¡¿Que?!-me saltaron los dos a la vez.
-¡¡ES LA SANGRE DE LUZ!!-chillé antes de hecharme a correr los más rapido que podia siguiendo el olor.

Llegué a una sala, y vi como Sam estaba mordiendo a Luz en el cuello.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡LUUUUUUZ!!!!!!!!!-grité entre enfadada, aterrorizada y preocupada. Me impulsé con los pies y volé literalmente para acabar con Sam de una vez por todas.
Y esta vez, no iban a quedar de el ni los huesos.





Escrito por:
Irene

El sabor de mi sangre (II)

-Oh, pequeña, ahora dime: ¿qué eres tú?
-Soy Luz, una hu-ma-na-mal-di-ta- digo silabeando bien para que entienda.- Y no te tengo miedo.
Mi mirada es desafiante, pero él se rie. ¡Maldito cabrón...!
-Entonces yo tenía razón. En este mundo no hay magos pero si algo más que nosotros, pero ¿qué? La pregunta bien hecha a la persona adecuada. El sabio que para mí trabaja me dijo "humanos malditos"- le hac gracia su propia narración de psicópata, pero me preocipo algo- Él sabía lo que eres y gracias a él me he preparado- su sonrisa de psicópata está torcida.
-Tú nunca podrás conmigo- ¿por qué no deja de reírse de una vez? voy a borrar esa sonrisita de su cara...- Por si no lo sabías, fui yo quién mató a tus ocho guardias la otra noche.
Su cara se ensombrece, se pone serio al oír aquello. Mi expresión sigue siendo desafiante, por lo que mi sonrisa también lo es. Sam lleva desde que llegué con su rostro a escasos centímetros del mío, pero esta vez su mirada está desorbitada. De pronto sonríe y me mira.
-Puede que los vencieses a ellos, pero a mí no lo harás. No sin tus poderes- le miro desconcertada. ¿De qué demonios está hablando?- He construído este sitio a prueba de humanos malditos, la magia aquí no acudirá a ti.
¿Qué? No, no puede ser. Llamo al fuego, peo no me responde. Lamo a la tierra, pero nunca llega. Llamo al agua, pero no me oye. Ahora soy una simple y vulnerable humana en manos de un poderoso vampiro.
Aunque intnto que mi expresión sea la misma de antes, Sam lee el miedo en mis ojos. Sonríe. Una pregunta cruza mi mente y necesito saber la respuesta.
-¿Por qué haces todo esto?
-¿El qué?
-Secuestrarme. Creí que era Nadia quién te interesaba.
-Y lo es. Pero así mato a dos pájaros de un tiro. Raptándote cuando eres totalmente vulnerable consigo de ella lo que euiero y luego... ¡Adios Nadia! Y a ti te presentaré a los vampiros que no quieren que nadie estinga su raza, que no les gusta que exista alguien capaz de matar vampiros sin ser licántropos y... ¡Adios Luz!
-Nada de eso pasará.
-Ah, ¿no? ¿Estás segura?
Antes de que pudiera enterarme ya estaba esposada a la pared como Cristo en su cuz. Tenía las manos una a cada lado de la cabeza (solo que un poco más arriba) y sólo podía estar de pie. ¿Ni siquiera podría sentarme si me cansaba? Será... Y las muñeas ya me duelen.
Sam se acerca mucho a mí (más bien, se pega a mí, ¡qué asco!) y pone una mano en mi cintura y con la otra me sujeta la barbilla. Acerca su cara mucho, muchísimo, ¡demasiado!, a la mía y la giro.
-No tardaré mucho, pequeña- me susurra al oído. Me besa en la mejilla y se va.
¡¡¡QUÉ ASCO!!! Tengo que lavarme bien la cara al llegar a casa.
Intento volver a llamar a los elementos varias veces, pero no consigo nada. Lo ha preparado bien preparado. ¡Cada vez le odio más! Y ese odio crece y crece... Tengo que hablar con Nadia para preguntarle que le ha hecho a este tío.
Antes de darme cuenta (despues de estar en mis ensoñaciones durante... ¿dos horas?) viene el imbécil y me besa. Más bien se acerca a mí, deja que le vea e intenta besarme. Empiezo a moer los brazos como una loca pero estoy atrapada y él muy estúpido no me suelta. Vale. El típico punto débil de los chicos es... ¡Patada en los huevos! Y... ¡Salta hacia atrás agarrado a sus partes!
¡Bien hecho Luz!
No puedo evitarlo y me hecho a reír. Eso le cabrea. No le hace gracia que lo rechacen.
-¿Tienes idea de como sabrá la sangre de una humana maldita?- me pregunta. No. Él no. Nadia perdió el control y él no creo que lo tenga.
-No te atravas a tocarme.
Dicho para que lo haga. Me muerde en el cuello antes de pueda hacer algo. Bebe, bebe y bebe. No para. No puede detenerse y sus ojos estas mas desorbitads que nunca. Lo único que le importa es beber. Y no parará hasta que me muera... Está consiguiendo lo que quería. Ahora sí que no tendo escapatoría. Ya no oigo, no veo nada y me voy a morir...


Esto lo ha escrito:
❤FÁTIMA❤

lunes, 26 de julio de 2010

Mmmmm! ¡Rica Luz! ¡Ñam Ñam! (Lo siento, Luz, estoy tremendamente disgustada con lo que pasó)

La semana fui aburrida, tremendamente aburrida, supongo que cuando tienes toda la eternidad por delante te aburres con facilidad. Y el calor que hacia tampoco me ayudaba a estar de buen humor.
Lo único que me entretenía era liarme con Jack y...fastidiar a Peludito.
Así que tenía que encontrar algo que se saliese de lo típico.
Luz.
-Oye Luz, ¿te han dicho ya que tu sangre huele distinta a la de los demás humanos?
-Sí, el otro día Jack me dijo que casi no olía a nada, y los vampiros a los que maté también lo dijeron, aunque en murmullos.
-El sabor también tiene que ser distinto...-la miré con intriga-Sólo por curiosidad, ¿puedo probarla? Tengo mucho autocontrol y eres mi mejor amiga, así que no quiero que te pase nada.
Dudó, Peludito negaba con la cabeza y ahora mismo estaba pensando en arrancarme la mia de cuajo. Iba a comentarselo cuando Luz me tendió su muñeca.
La muerdo, y puebro su sangre...¡está deliciosa! Está más que deliciosa.
Vale Nadia, un poquito más y la sueltas.
Por un poco más no le va a pasar nada.
Para Nadia, sueltala...
Pero soy incapaz de hacerlo. Y pierdo el autocontrol sobre mi misma.
Mis pupilas se dilatan.
-Nadia, para por favor...-escucho a Luz suplicarme. Pero ella ya no es Luz, ella es mi cena de hoy.
Sin previo aviso algo me arranca de cuajo del lado de Luz.
Y me encuentro inmovilizada en el suelo por Jack.
Forcejeo con el sin conseguir nada.
Y tras unos minutos me relajo y me doy cuenta de lo que ha pasado.
-¡Oh! ¡Mierda!
-¿Oh mierda? ¿Que te ha pasado? Nunca pierdes el control
-Jaaaaaack...es que esa sangre es...adictiva. Engancha y no puedes parar...
Me sueltó, me había creido. Me acurruqué a su lado, ¡nunca en los cientos de años que tengo había perdido el control de esa manera! (a lo mejor cuando era neófito si, pero era un neofito)
-Bebe, necesitas reponer fuerzas-susurra Eric. ¡Luz se ha despertado!
-Luz, lo siento. No creí que fuera así, pérdoname por favor-me disculpo
-No pasa nada- responde
-¡¿Qué?!- dice Eric sulfurado- ¿Nada? ¡Pero si ha estado a punto de matarte!
-Ya he dicho que lo siento. Es mi amiga y de verdad que no quiero perderla. Pero tu sangre es... adictiva. Totalmente distinta al resto. Nunca podría encontrar nada parecido... Esto es lo peor, pero hay algo bueno; tu sangre no huele, así que no llamarás la atención de otros vampiros.

Estábamos los cuatro en un parque cuando nos rodearon unas cuantas figuras.
-No pueden ser vampiros- dijo Jack- Siguen siendo fuertes por sol y calor que haga, se nota.
-Son mestizos entrenados-bufé
Haber, que escriba como lo escriba va a sonar patetico.
Pero intentad entenderme, el sol no esta hecho para los vampiros...y no duramos mucho frente a los mestizos.

El sabor de mi sangre

Toda la semana transcurrió parecida al lunes, sólo que sin tanto espectáculo. Jack venía a recoher a Nadia la terminarse las clases y también venía a la hora del recreo para estar con ella y a eces hablábamos entre los cuatro. Hubo una oleada de calor toda la semana y como el sol debilita a los vampiros Nadia y Jack no estaban de muy buen humor y "cazaban" bastante. Eric y yo estubimos bastante bien.
El jueves pasó algo extraño. Quedamos después de clase para ir a dar una vuelta y de repente me suelta Nadia:
-Oye Luz, ¿te han dicho ya que tu sangre huele distinta a la de los demás humanos?
-Sí, el otro día Jack me dijo que casi no olía a nada, y los vampiros a los que maté también lo dijeron, aunque en murmullos.
-El sabor también tiene que ser distinto...- Nadia me miraba de una forma rara y con curiosidad.- Sólo por curiosidad- (¡Había acertado!)-, ¿puedo probarla? Tengo mucho autocontrol y eres mi mejor amiga, así que no quiro que te pase nada.
Eric estaba a punto de saltarle encima, decía no con la cabeza como un poseso y sé que no le agradó mi decisión. Tras dudarlo le doi mi mano a Nadia y ella me coje la muñeca. ¡Aaaaiiii! Me acaba de morder y duele. Bebe, bebe y bebe. No para. Sus ojos se dilatan y bebe con más fuerza. Ya no oigo nada y se me está nublendo la vista... Me debilito, me estoy quedando sin sangre...
-Nadia, para por favor...- en ese momento pierdo el conocimiento.

Cuando despierto Nadia está acurrucada en brazos de Jack, lejos de mí. Eric está a mi lado intentando urarme la herida, que ya no sangra. Me abraza.
-Bebe, necesitas reponer fuerzas- la voz le tiembla. Bebo, tiene razón.
-Luz, lo siento. No creí que fuera así, pérdoname por favor- paree de verdad arrepentida...
-No pasa nada- respondo.
-¡¿Qué?!- salta Eric- ¿Nada? ¡Pero si ha estado a punto de matarte!
Nadia parece dolida, muy dolida.
-Ya he dicho que lo siento. Es mi amiga y de verdad que no quiero perderla. Pero- añade mirándome- tu sangre es... adictiva. Totalmente distinta al resto. Nunca podría encontrar nada parecido... Esto es lo peor, pero hay algo bueno; tu sangre no huele, así que no llamarás la atención de otros vampiros.

De la herida ya sólo tenía la cicatriz cundo llegué a clase el viernes. Al parecer esa clase de heridas curan rápido. Bebí mucho, así que ya me encontraba bastante mejor; Nadia se preocupó bastante por mí y Eric no se separó de mí un solo segundo (solo aceptaba dejarme sola cuando tenía que ir al baño). Al terminar las clases fuimos con Jack a un parque solitario. Seguía haciendo mucha calor.
Entonces, algo (o alguien, no tengo ni idea) me coge en brazos. Le miro. Es un chico alto, pálido y fuerte y tenía los colmillos bastante grandes para ser un humano. Pero tampoco era un vampiro. Me puso mis manos detrás de mi cuerpo y allí me las agarró para que no pudiera moverme y para ver como mis compañeros eran rodeados por más como él.
-No pueden ser vampiros- dijo Jack- Siguen siendo fuertes por sol y calor que haga, se nota.
-Son mestizos entrenados- rugió Nadia.
Eran cuatro y el que me sujetaba a mí. Nadia y Jack estaban muy débiles y los dos contra los que lucharon los dejaron inconscientes en poco tiempo. Eric comatía contra dos. Mató a uno y justo en ese momento le atacaron los tres supervivientes a la vez. No pude ver como terminaba todo aquello porque el mestizo me subió a su hombro y comenzó a correr. Antes tiró algo que no pude ver. No era tan rápido como los vampiros y los licántropos, pero sí lo bastante. Nos paramos en un sitio que jamás había visto pero cuando entramos en la casa y le vi, supe que nada bueno me esperaba. El mestizo me empujó contra él (y casi chocamos, ¡maldito mestizo!)
-Luz... así te llamas, ¿no? Que agradable sorpresa tenerte aquí conmigo- dice con su voz de psicópata imbécil.
Levanto la cabeza y le miro a sus impenetrables y oscuros ojos grises, desafiándole; quiero que sepa que yo no le temo y que jamás lo haré.
-Odio mentir y por eso siento no poder decirte que que también es un placer para mí estar contigo, Sam.


Esto lo ha escrito:
❤Fátima❤
porque lo mejor es luchar por lo que quieres

sábado, 24 de julio de 2010

Saltos, piques, camisetas y lios

-¡Tss! Peludito, lleva a Luz a su casa, de lo resto me encargo, yo.
Bufó algo, pero me obedeció. Asi me gusta, el perro: domesticado.
Llegué a la parte trasera de la casa de Luz. Pude ver como Eric se marchaba...
La cogí en brazos, ¡que poco pesaba!, me contube para no lanzarla por los aires y volver a atraparla.
Salté y entramos en su habitacion. Que confiados son los humanos: ¡ventana abierta!
Los padres de Luz estaban dormiditos, asi que Luz se dió una ducha rápida. Nos preparamos para irnos al insti. Luz se quedó dormida, dos horitas que aproveché para irme al piso de Jack y saciar mi sed (saciar mi sed...que forma tan poética de decir que me harté de beber sangre humana) aunque creo que de eso Luz no se ha dado cuenta.
Cuando Luz despertó yo seguía en el mismo sitio que antes. Salté por la ventana con Luz, y llegamos a la puerta de Luz como si viniésemos del bosque. Mi humana timbró y la abrió su madre.
-¡Hija! ¿Dónde has estado? Me tenías preocupada.
-Buenos días mamá. Lo siento, Nadia me llamó el sábado diciendo que tenía un gran problema y que se sentía mal,-desde luego mal si que lo había pasado- que necesitaba hablar conmigo. Dijo que fuera a su casa y que luego nos iríamos de camping. Siento no haberte avisado.
-Te llamé el sábado al anochecer pero tenías el móvil apagado.
-Ya… es que no quería que nadie me llamara.
-Venga pasad, seguro que tenéis hambre.
Pasamos y tube que aguantarme y comer como una humana, de verdad...¿que le encontraran a esa comida?
Llegamos al insti y...¡Peludito estaba allí! Por favor que no esté haciendo lo que creo que esta haciendo
-¿De verdad que te vas a inscribir aquí?-preguntó Luz feliz y contenta
-No, ya me he inscrito.-¡Nooo...! ¡Maldita sea! Verdaderamente no estoy en racha.
-¡Genial!-¡Eso Nadia! ¡Busca cosas positivas..!
-Sí… Genial, ¡al menos tendré a quién pinchar todo el día!-¡Ese es mi cerebro!
¡¡Oye!! ¡Humanas apartaos de aqui! ¡Mi autrocontrol tiene su límite!
¿Como es posible que Eric atraiga a tantas moscas cojoneras? Será por el olor...ya se sabe las moscan van a la...XD
¡Ya no aguanto más!-me confesó Luz. ¡¡Porfavor que no haga de las suyas, porfavor que no haga de las suyas, porfavor que no haga de las suyas, porfavorquenohagadelassuyas,porfavorquenohagadelassuyas!!
Basta que lo acabe de pensar para que las pesaditas de las humanas se eleven en el aire y se caigan de culo.
¡¡Jajajajaja!! Me rió interiormente mientras pongo una cara de desconcierto.
Riiiing-Riiing
¡Clases!
-¡Tss! Peludito...¿tienes hambre? ¡Porque puedo conseguirte comida canina! ¡Ñam Ñam!
-Paliducha ¿quieres que te traiga una sanguijuela para que tengas a alguien como tu de compañia?
-¡Ñeñeñeñe! ¡Cuando salgamos de aquí te vas a enterar de asta donde sabe llegar esta Paliducha!
Bufó.
-Digna hija de los vampiros
-Y a mucha honra-contesté.
Riing-Riing
¡Recreo!
Nos vamos a unos jardines pomposamente pomposos que hay. Institutos de pijos...¿que me esperaba?
-Emmmm...Nadia...¿puedo hablar contigo?
-Sí, sí,como no- no se le puede negar algo asi a la comida.
-Me preguntaba si tu...si yo...si tu...yo-sonrió, sabía perfectamente que me queria entrar pero...¡era mejor dejarlo sufrir!-Quizás tu a lo mejor quieres
¡Plaf! ¡Ha llegado Jack...!
-¡Jack!-gritamos Luz y yo. Miró a Eric, ¿como es que aún no se ha tirado encima de nosotros? ¡Ahh! Luz lo está sujetando...ya...
-Pero si solo es un humano-le dijo a Jack aguantando la risa
-Tranquila, todo esta controlado-¡controladísimo! ¡Mira que si llega a no...!
Mis pensamientos se ven interrumpidos por accion de Jack.
¡Vamos que me besó como un bestia! Crucé mis manos por detrás del cuello de Jack. ¿Nos estaría viendo alguien? Abro los ojos. ¡Anda mira! ¡Todo el instituto!
Si esto les llama la atencion tendrían que pasar una semanita en el Mundo de Nadia.
¡Nadia! ¡Concéntrate! ¡Que te estás liando con Jack!
Estiro mis brazos y le voy sacando la camiseta lentamente.
Y en ese momento nos separamos.
-¡Controlate que estamos en un instituto!-ronronea, con lo que solo yo puedo oirlo.
Nos vamos a un riconcito y ¡hala! ¡¡a darnos el lote!!
No sé cuanto tiempo estube liandome con Jack hasta que se me ocurrió mirar haber que estaba pasando detrás de Jack.
-¿Oye esos dos se estan liando o me he emocionado demasiado contigo?
-Se están liando-me confirma Jack.
-Genial
Me levante, y agarré a Luz por un brazo.
-Se supone que soy tu mejor amiga ¿y no se te ocurre contarme que ya estáis juntos?
-También se supone que yo soy ti mejor amiga y no contaste lo de Jack-¡Vale! Tocada y hundida.
¡Bueno!
¡Por lo menos me había enrollado con Jack!



Esto lo ha escrito:

Irene
''Porque lo prohibido es lo mejor''

Doble espectáculo en el insti

Nadia le dijo a Eric que me llevase a casa en su lomo y que ya me ayudaría ella a entrar. Dicho y hecho. Eric me dejó en la parte trasera de la casa y se fue. Nadia acababa de llegar, me cogió en brazos (dichosa fuerza vampírica) y saltamos hasta la ventana de mi habitación. Por suerte seguía habierta. Mis padres se habían quedado dormidos en el salón, en el piso de abajo; bien, puedo hacer una ducha rapidita. Termino y salgo. Mis padres siguen durmiendo. Bien. Me pongo algo para ir al insti y le dejo algo a Nadia también. No tenemos tiempo para ir a su casa. Suerte que usemos la misma talla. Dormí dos horas más, hasta las siete y media. Algo es algo. A esa hora salimos por la ventana y corremos hacia la carretera que viene del bosque.
Llamamos a la puerta de mi casa. Abre mi madre, me ve y se emociona.
-¡Hija! ¿Dónde has estado? Me tenías preocupada.
-Buenos días mamá. Lo siento, Nadia me llamó el sábado diciendo que tenía un gran problema y que se sentía mal, que necesitaba hablar conmigo. Dijo que fuera a su casa y que luego nos iríamos de camping. Siento no haberte avisado.
-Te llamé el sábado al anochecer pero tenías el móvil apagado.
-Ya… es que no quería que nadie me llamara- la verdad es que lo había apagado justo cuando vi peleando a Nadia y a Eric.
-Venga pasad, seguro que tenéis hambre. Os preparo el desayuno en un santiamén.
Desayunamos rápido y nos fuimos al insti. Tube que esperar unos cinco minutos por Nadia para que cogiese las cosas para clase (dichosa velocidad de los vampiros).
Llegamos al insti y… ¡sorpresa! Eric está aquí inscribiéndose.
-¿De verdad que te vas a inscribir aquí?- le pregunto.
-No, ya me he inscrito.
-¡Genial!
-Sí… Genial, ¡al menos tendré a quién pinchar todo el día!- dice Nadia.
Ya no sé si es tan genial tener a Eric por aquí. Nadia y yo siempre habíamos tenido nuestra… rara popularidad, pero con Eric cerca ni una sola chica en todo el insti se nos separaba. Eric no les hacía caso, pero a mí me mosqueaban. ¡Ya su primer día! ¿Cómo sería el resto del curso? Una nos empuja a Nadia y a mí y se pone a su alrededor, como las otras moscas.
-¡Ya no aguanto más!- le digo a Nadia. Que no se descontrole el poder por Dios, que no lo haga. Me voy a un sitio un poco más apartado (poco eh) cierro los ojos y los puños. ¡Malditas moscas! ¡Si es que la próxima les voy a…!
Ya no oigo sus cuchicheos así que abro los ojos y miro que todas están asustadas y Eric y Nadia con cara de desconcierto. Ni quiero saber lo que ha pasado. Lo único que me importa es que se han alejado de él.
Nadia y Eric han estado todo el día a piques. De Nadia lo típico de “Peluditooo… Si tienes hambre puedo traerte comida para perros, lo sabes, ¿verdad?” y de Eric “Paliduchaaa… ¿Te traigo una sanguijuela para que alguien como tú te haga compañía?”. En resumen, a veces divertidos a veces insoportables.
Hora del recreo. Todos salimos a fuera, a los jardines para ver si podemos estar un poco tranquilos. Nada. Un chico rubio, flaco y alto se acerca a nosotros.
-Emmm… Nadia… ¿puedo hablar contigo?
-Sí sí, como no…- dice en plan pasota.
Mientras hablaban Nadia tenía cara de aburrida y el chico de no saber cómo decirle algo.
-Hola Luz, ¿qué tal?
-¿Jack? ¿Qué haces tú aquí?
-Nada, venía a ver a… ¿qué demonios está haciendo ese tío?
Está claro, intentar entrarle a Nadia. Pero eso no puede pasar, claro que no. Jack está ahí para impedirlo. Se le acerca y…¡puñetazo en la cara!
-¡Jack!- gritamos Nadia y yo al unísono, ya que el chico se está retorciendo en el suelo. Eric intenta abalanzarse sobre Jack, pero se lo impido.
-Pero si solo es un humano…- añade Nadia.
-Tranquila, todo está controlado- le asegura Jack.
Y la besa. ¡Y cómo lo hace! ¿Se puede ser más salvaje? Gracias al puñetazo de Jack hay un motón de gente mirándolos, y ellos lo saben. Bueno, al menos Jack tenía razón. El chico ha tenido suerte y solo tiene la nariz rota y la mandíbula desencajada. O eso es lo que parce, porque está hablando con sus amiguitos… ¡Joder! ¡Estos dos están totalmente majaras! Nadia le está quitando la camiseta a Jack. Bien, vale, menudo espectáculo. El resto tendrá para contar.
Se separan y se van a sentar juntos a un sitio algo poco apartado. Hablan, se besan, hablan se besan… Lo típico.
Moscas a la vista. No. Ellas no van a dar el espectáculo con Eric. Y si lo dan yo no voy a estar presente. Me levanto para irme, pero Eric me sigue y me agarra por el brazo.
-¿Por qué te vas?
-Tus admiradoras te esperan.
-¿Qué? ¿Y crees que me importa? Esas chicas no pueden ser más idiotas, pijas, engreídas… etc. Ya te lo dije una vez y te lo repetiré las veces que haga falta. Te quiero, y sólo a ti.
Ahora no pude resistirme. Sonreí, le abracé y le besé. Él correspondió a mi beso muy dulcemente… Creo que estuvimos así algunos minutos (10 ó 15 quién sabe) hasta que nos separamos.
¡Oh! ¡Genial! ¡Doble espectáculo! Todos nos está mirando, y Nadia con especial curiosidad. Se me acerca y me coge del brazo para hablar.
-Se supone que soy tu mejor amiga ¿y no se te ocurre contarme que ya estáis juntos?
-También se supone que yo soy ti mejor amiga y no contaste lo de Jack.
-¡Vale! Estamos en paz, pero deberías habérmelo contado.
Lo que yo decía. La gente va tener que hablar esta semana.
El resto del día transcurrió como un día de clase normal (salvo porque todo el mundo no paraba de mirarnos) con Eric y Nadia picándose el uno al otro y yo riéndome de ellos. Y que cuando terminaron las clases Jack vino a recoger a Nadia. Nada del otro mundo.



Esto lo ha escrito:
ùFátimaù

jueves, 22 de julio de 2010

Rescate en el Día Mundial de los Abrazos

Desperté por tercera vez.
Abrí los ojos, no veía nada, nada de nada. ¿Cómo era posible? Sabía que no tenía una venda en los ojos, y debería poder ver perfectamente en la más honda oscuridad. Y a pesar de todo estaba cieda…Intenté gritar, estaba amordazada. Solo pude soltar un gruñido. Una mano me acarició la mejilla. No lo había olido; no lo había oído.
Por primera vez sentí miedo. Estaba desprotegida, más vulnerable que nunca. No podía oler, no podía oír, no podía ver, no podía gritar y no podía moverme. Volvía a estar totalmente apresada entre plata.
A lo lejos oí un golpe seco. Espera, no estaba sorda, simplemente oía las cosas más lejanas que antes. Sentí como me quitaban la mordaza, antes de que pudiese gritar una mano me tapó la boca.
-No grites, Nadia, estoy aquí-oía a lo lejos. Me pareció reconocer la voz.
-¿Jack?-susurré con voz ronca.
-Si, soy yo.
-¡Jack estoy ciega!
El se rió.
-Solo son imaginaciones tuyas. Los vampiros no pueden quedarse ciegos a no ser que le arranquen los ojos…y tu tienes los dos.
-Jack, en serio, estoy ciega…-¿Por qué no me creía? Eligió ese momento para sueltarme.
Me cogió en brazos y me sacó de allí. Jack me hablabla, me decía cosas que no entendía del todo. Por el camino me volví a quedar inconsciente.

En el momento en el que recuperé la consciencia estiré los brazos para comprobar si seguía encerrada. Me sorprendí al averiguar que estaba libre. Abrí los ojos. Doble sorpresa: ¡Podía ver!
Reconocí el sitio en el que me encontraba: El piso de Jack.
Me levanté, me fui al baño y me dí una ducha. ¡¡Que ganas de darme una ducha!!
Sentí que alguien abría la puerta, supuse que era Jack.
-¿Nadia? ¿¡Nadia donde estas!?
Pues si, era Jack. Me envolví en una toalla y salí de la ducha.
-¿Qué? ¿Ahora no puedo darme una ducha feliz y contenta?
-Estas ahí-suspiró.
-¿Y donde iba a estar? ¿En Guatemala?
-Hace tiempo que no te veo tan ligerita de ropa…
-¡Eh! ¡Stop amigo! ¿Puedo seguir duchándome? Gracias.
Cuando acabé de darme la ducha salí corriendo y me encerré en el dormitorio de Jack.
Abrí su armario, rebusqué en busca de alguna prenda que me sirviese. Acabé con una camiseta dos veces más grande de lo que necesitaba y unos pantalones de deporte enoooooooooormes. Salí del dormitorio. Jack se me quedó mirando aguantando la risa.
-¡No te rias! ¿Qué pasa? ¡La culpa es tuya! ¿No tienes ropa de mujer para emergencias?
-No-¡que bien se lo estaba pasando!-¿Estas bien?
-Si
-¿Quién…?
-Sam
-Ya, ¿Y que…?
-La Cura
-¿Y la ha…?
-No
-¿Te ha…?
-Si
-¿Y te ha do…?
-Si
-¡Dejame decir las preguntas!-dijo apresuradamente-¿Dónde tienes La Cura?
-Más cerca de lo que nadie se imagina, y mas camuflada de lo que se sospecha.
-¿Cómo te dejó inconsciente?
-Con inyecciones de plata fundida.
Me abrazó; eso era raro, Jack no abrazaba.
-Cuando te traje, estabas tan…vulnerable. Pensé que te perdería para siempre.
Le miré y me miró. ¡Se había preocupado por mi! Nos besamos, apasionadamente, ¡como dos vampiros! ¡Que ganas de sacarle la camiseta a Jack! Supingo que el estaría pensando lo mismo.
Luz eligió ese momento para aparecer. Se nos quedó mirando, obviamente no creo que esperara verme ni vestida tal como estaba ni en pleno morreo con Jack.
-¿Es que no sabes llamar a la puerta?
Luz corré hacia mi en plan reencuento:otro abrazo más. ¿Era el Día Mundial de los Abrazos y yo no me había enterado?
-¡Que guapa estás hoy chupasangre!-ese era Peludito, ¿Quién faltaba en la sala? La mascota, el perrito..
-Lo sé, siempre estoy guapa. Tu también estas muy mono hoy, aunque me gustes más a cuatro patas, das más guerra.
Eric se me quedó mirando pensando en que responderme.
Jack se partía de risa igual que Luz y que yo
-¡Oye! Deja de mirar a mi ligue de un dia-le dije a Luz, ya que no dejaba de mirar a Jack.
-¿De un dia?-contestó Jack
-¡Vale! De una semana
-Eso está mejor.
Sonreí ironicamente a su comentario.


Esto lo ha escrito:
Irene
''Porque lo prohibido es lo mejor''

Plan, rescate y vampiros psicópatas

-De acuerdo, hay que ayudarla. ¿Tienes idea de a dónde la han llevado?- le pregunto a Jack.
-Lo más seguro es que tengan una base cerca de la ciudad. Suelen ser edificios en ruinas a los que nadie va ya, pero no hay ninguno en la ciudad.
-¿Y si está fuera de la ciudad?- sugiero.- Un bosque, una ciudad abandonada...
-No hay ninguna ciudad abandonada cerca, pero sí un bosque que nadie pisa. Y he oído que es porque hay una enorme casa en ruinas en la que todos temen entrar.
-¿Y por qué no has empezado por ahí? Bueno, dá igual, deben estar allí. Ahora sólo falta un plan...
-Yo voy allí, mato a los guardias y rescato a Nadia. Simple.
-¿Crees que tú solito podrás con un montón de guardias y que además llevan plata? Sé realista. Si de verdad crees eso es que eres idiota- le suelta Eric de repente.
Jack se queda pensando en silencio un rato.
-Eric, tú no puedes ir, llamarías la atención- le digo, sé que con eso se queda encantado.- Pero yo, en cambio, sólo soy una simple humana que puede distraer a los guardias mientras Jack salva a Nadia.
-¡Es una idea estupen...!- comienza a decir Jack.
-¡¡NO!!- salta Eric.- No voy a dejar que te quedes a solas con unos vampiros. ¡Pueden hacerte daño! Es más, esa sería su idea. Incluso podrían llegar a...- no terminó la frase.
-¿Tan poco confías en mis habilidades? Sé que sólo hace dos días que las tengo, pero si me atacaon puedo destruirlos. Los cojeré desprevenidos.
Hice que dos silenciosas espirales de agua les cojieran y levantaran a los dos en aire, luego (justo cuando las espirales los soltaron) que dos raíces los cojieran y giraran en el aire. Creo que hasta se marearon. Hice que las raíces bajaran y cuando estuvieron a mi altura aparecieron una bola de fuego en cada una de mis manos.
-¿Os hace falta probar el fuego, o vamos a ayudar a Nadia?- les pregunto con una sonrisa en a cara. Si lo piensas es gracioso. Tengo a un vampiro y a un licantropo en mi poder. ¿Qué otros humanos conseguirian esto?
-Me quedaré en la linde del bosque, creo que desde allí podré escuchar qué tal te va- dijo Eric.
-Vale. ¡En marcha!


Estaba justo en el corazón del bosque y allí no habá un solo animalito. Era enorme, gris y totalmente ruinosa.
-Recuerda que nos hemos reunido en la linde del bosque, allí te esperaremos. Si tienes problemas llamaré a Eric para que venga a ayudarte. Oye... ¿sabías que tu sangre es casi indetectable? ¿Que casi no se huele?
-¿Qué?- no sabía si sentirme contenta o desesperada.- ¿Y así cómo llamaré su atención?
-Les entrará curiosidad. Sam estará en el piso de arriba y los guardias y Nadia en el de abajo. Vamos, es hora de actuar.
Empiezo a fingir justo en ese momento. La verdad es que soy muy buena actriz. Jack me aferra de la muñeca y tira de mí y yo pongo cara de niña asustada. Sé que tienen muy buen oído así que empiezo a gimotear y a suplicar que me deje marchar.
-¡Eh! ¡Tíos! Venid aquí, tengo una sorpresita para vosotros- dice Jack.
Siete guardias de un tamaño normal y uno... anormal del todo. ¿Cuánto medirá? ¿2,5o m? Y de ancho ya ni hablemos.
Normalmente mi cara sería de asombro, pero tengo que aparentar miedo, así que les miro a todos y comienzo a gritar. ¡Bien! Más creible todavía: acabo de soltar una lágrima de cocodrilo. Se lo tienen que creer, parece que estoy llorando. Sí, todo va saliendo de perlas.
-Me fui de caza y me he encontrado con esta cosita...- dijo con voz seductora mirándome. Me acaricia la mejilla y to le miro con mi finjido miedo. Me empuja contra ellos y comienzo a correr lo más lejos de la puerta posible... sólo tengo que doblar la esquina... Sí. Llego aquí y me rodean.
-No huele...- dice uno y todos lo corean. ¡Por Dios! ¡Son unos PSICÓPATAS!
El señor 2,50 m se lanza sobre mí. Hago que la raíz de un árbol suba a la superficie y se cae. Yo me muevo. Entonces todos me miran.
-Su sangre... lo poco que huele ahora se nota que es distinta...
¡Genial! Cuando me moví me hice un corte en un brazo... ¡Mierda! Ya no habrá quién los detenga.
De acuerdo, tengo que hacerlo. Venga raíces, vosotras sois aquí las más poderosas. Subid, suid, subid... ¡Cojedlos! Y los vampiritos psicópatas están rodeados por unas raíces y en el aire. Raíces cuidado, ahora le toca al fuego. Bien, la bolas de fuego ya están en mis manos. Tan pronto una bola toca a un psicópata las raíces se esconden y ellos arden. Está saliendo mejor de lo que me esperaba.
-¿Luz? ¿Ya está? ¿Pero son ellos?- pregunta Jack, perplejo.
-¡Sí! ¿Nadia?
-Sí, allí m habló un poco pero ahora está inconsciente. Le han inyectado plata en el cuerpo y eso asi la mata. Pero está viva.
-Bien, vamos.
Jack corrió lo más lento posible para que pudiera seguirle. Llevaba a Nadia en brazos y parecía no pesarle nada. L miraba de una manera muuuuy cariñosa.
-Ahora- dijo Jack cuando llegamos-, iremos por el bosque hasta mi apartamento. Eric, tú llevarás a Luz y me seguirás.
Eric no contestó, pero nos adntramos en el bosque, entró en fase y me subí a su espalda.
El recorrido no fue muy largo. Al parecer nos habíaos alejado mucho de donde vivo, pero su apartamento está cercano a mi pueblo. Buena cosa.
Jack acostó a Nadia en su cama y el se fue a la salón. Nos dijo que había una habitación para invitados por si quería descansar, y hacia allí me dirijí. La sensación de poder aun estaba en mi cuerpo, y eso me hacía sentirm bien, pero había matado a ocho vampiros, y para eso había gastado mucho poder. Necesitaba reponer fuerzas. Me acosté en la cama y Eric se sentó a mi lado acariciándo el pelo.
Jack vino a la habitación cuando ya eran las 5 de la mñana.
-Nadia se ha despertado, se está duchando. Espera un poco y vienes a saludara, ¿vale?- dijo dirigiéndose a mí.
-Vale, gracias por avisar.
Sonrio. ¡Se ha recuperado! Creo que debo dejarla a solas un poco con Jack. Me ha fascinado la manera en que la mira...
La ducha ha parado de sonar.
Desde que la ducha ha parado de sonar han pasado casi 30 minutos. Ahora puedo ir a verla. Abro la puerta del salón y no suelto cualquier sandez porque es mi amiga, que sino...
La escena: Jack y Nadia se están besando. Nadia lleva puesta la ropa de Jack y parece que encualquier momento va a ir el tío y se la va a sacar. Los siento, pero es a verdad.
Me quedo mirándoles un momento y ellos a mí.
-¿Es que no sabes llamar a la puerta?- me suelta Nadia.
No contesto, sólo corro hacia ella y la abrazo. Ella se rie y me abraza tambien. Me separo de ella y Eric entra en la sala.
-¡Qué guapa estás hoy, chupasangre!
Nadia sonríe. Me temo que me voy a reír bastante de esto.
-Lo sé, siempre estoy guapa. Tú también estás muy mono hoy, aunque me gustas más a cuatro patas, das más guerra.
Eric se la queda mirando pensando en qué responderle. Nadia muestra su habiatual sonrisa. Jack se parte de risa... Y yo lo mismo!
esto hace que Eric y Nadia me miren. Me rio aun más y ellos hacen lo mismo. ¡Echaba de menos el humos de Nadia!
Cuando todo se calma no puedo apartar la vista de Jack y Nadia. ¡Ha sido muy fuerte, y muuuy raro!
-¡Oye! Deja de mirar a mi ligue de un día- me dice Nadia. La miro con incredulidad y al mismo tiempo riendo. Hoy tengo la risa muy fácil.
-¿De un día?- pregunta Jack.
-¡Vale! De una semana.
-Eso está mejor- responde Jack, a punto de partirse en dos por la risa.
Y así nos quedamos todos, riéndonos como si eso fuero lo único importante en este mundo...



Esto lo ha escrito:
Fátima!

domingo, 11 de julio de 2010

Plan

Desperté, todo me daba vueltas.
Tengo una sensación de déjà vu.
Sacudí la cabeza.
Había 4 cosas básicas que tenía que hacer:
• Liberarme
• Esquivar a Sam
• Comer, necesitaba comer, estaba débil
• Salir de allí
Bien, lo primero era liberarme, ahora que tenía la cabeza despejada podía pensar, pero pensar no es lo mío. Yo no soy de pensar e idear planes retorcidos con tropecientos pasos a seguir; yo soy más de salir con un objectivo y con un plan de lo más simple, si aparecen sorpresas; improviso y fin.
Tiré con toda mi fuerza para arrancar las argollas de la pared, fracasé, como ya dije, estaba débil.
Solo se me ocurrió otra cosa que quizás pudiese funcionar. Esperé, esperé como si estuviese débil y enfermiza.
Un vampiro se acercó, era joven, podía verlo en sus ojos, me temía; y lo hacía porque seguía viva, porque me habían envenenado de plata y seguía viva, porque era capaz de oponerme a Sam seis veces y seguir viva. Pero como ya dije, era joven, aún estaba en esa etapa en que uno se cree invencible, en esa etapa en que piensas que nadie puede ser más inteligente que tu, que nadie puede engañarte, y menos vencerte. Ese era mi punto a favor.
-¡Ayúdame!-gimoteé como una niña poooooooobre y desamparada. Se me quedó mirando.
-Hablas-musitó. ¿Eh? ¿Y que esperaba? ¿Qué cacareara como una gallina?
-¡Ayúdame! Por favor…-murmuré.
-Lo siento, yo no…
-¡Yo no he hacho nada!-lloriqueé-Por lo menos aflójame las argollas, me hacen daño-dije mientras ponía cara de cachorrito abandonado. El vampirito suspiró, se acercó a mi.
-Lo siento-susurré tan pronto lo tuve a mi alcance. Le mordí el cuello, chupé su sangre.
Si, los vampiros tienen sangre y sangran.
De una patada lanzé el cuerpo a una zona oscura de la celda. Volvía a sentirme poderosa. Ahora solo tenía que conseguir que el mismísimo Sam me liberara.
-¡Sam!-vociferé con todas mis fuerzas-¡Sam! Maldito chupasangre ven aquí
Y apareció, valla si apareció, el y todos sus guardaespaldas.
-¿A que vienen esos gritos?
-¡Sam…maldita rata callejera! No te recordaba tan cobarde y tan débil.
-¿Cobarde? ¿Débil? ¡Soy yo el que te ha atrapado! ¿Es eso un símbolo de cobardía y debilidad?
-Si…no me atrapaste tú, lo hicieron tus amiguitos, porque eres débil. Y un cobarde por no tener las pelotas de enfrentarte a mi-me levanté, ignoré el dolor y estiré al maximo las cadenas para darle un toque amenazador a la escena. Los guardaespaldas se colocaron entre Sam y yo. Me reí.
-¡Patético!-exclamé-No te atreves a enfrentarte a mi, ni siquiera cuando estoy maniatada y en condiciones pésimas. ¿Por qué será? Llevó días sin comer (Días…minutos…¿Qué diferencia hay?) y me tienes miedo…¡penoso!
-¿Miedo? ¿De ti? ¿Por qué é de temerte?-Sam se estaba poniendo nervioso. Sonreí.
-Porque sabes que soy fuerte, y poderosa. Porque sabes que fui una Cazadora de Licántropos, la mejor cazadora. Y sabes que sigo en forma y no sabes ninguno de mis puntos débiles.
-¿Qué no se tus puntos débiles?-¿Por qué repetía mis palabras en forma de pregunta?-¿Y la plata?
-Tu tampoco soportas la plata
-Quieres saber tus puntos débiles, hay dos muy básicos: Jack, tu querido amigo y la humana esa que estaba con el perro.
-No me hagas reir, Sam. Antes eras mejor con estas cosas: Jack ya es mayorcito para defenderse solo, y Luz solo es una humana, que además está cerca de un licántropo bastante poderoso. Así vaya cagada de puntos débiles. Sam…¿Por qué no aceptas a enfrentarte a mi? Aunque no sea en igualdad de condiciones, si quieres incluso puedes llevar plata, yo solo pido que me sueltes y ya.
-Mmmmm-¡Venga! ¡Esta es tu oportunidad para hacerme morder el polvo! ¡Acepta, acepta, acepta!-Está bien. Liberadla, total no ha probado la sangre, seguro que ni se mueve.
Me sueltaron, me moví ralentizando al máximo cada movimiento. Sam, siento decirte que la has jodido, y que además te has quedado sin prisionera.
Me puse frente a él. Se estaba confiando y sus guardaespaldas se habían apartado. Obviamente Sam debería poder con una poooooooooooooooooooooooobre y debilucha vampirita.
Salté sobre el co rapidez, cogiendolo despistado, caí sobre el. Su cuerpo chocó violentamente contra las duras losas de piedra, le mordí el cuello, y comenzé a correr por la puerta.
Por mi cabeza solo pasaba una palabra una y otra vez:
¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!
Oí detrás los gritos de los vampiros que me perseguían.
¡¡Corre!! ¡¡Corre!! ¡¡Corre!!
De un pasillo lateral salió otro vampiro, lo esquivé por los pelos.
¡¡CORRE!! ¡¡¡COOOOOORREEEEEEEEE!!!!
¡Podía ver la puerta!
Un poco más, solo aguanta un poco más…en ese momento el tio enooooooooorme salió de algún lado y me cogió, chillé e intenté zafarme de su abrazo que no auguraba nada bueno. Me revolví furiosa; ¡la puerta estaba detrás de el!
Chillé, pateé, mordí, arañé, empujé y desgarré.
Y me había liberado si no me hubiesen inyectado más plata.
Así que volví a perder el conocimiento.
ESCRITO POR:
IRENE

martes, 6 de julio de 2010

Agua y malas noticias

Podría decirse que despues de aquello me olvidé de todo. Lo único que rondaba mi cabeza era Eric. Olvidé que lo estaba poniendo en peligro de muchas formas y que tenía que irme lejos, muy lejos, para que estuviese a salvo. Estuvimos todo el día juntos, podría decirse que no nos separamos ni un momento.
Busqué comida ya que estaba muerta de hambre y encontré bastante fruta en los árboles. Eric se quedó embobado mirando como la la fruta nacía on una simple petición mía. Estuvimos en el bosque casi toda la mañana hasta que decidimos dar una vuelta. Ni yo ni él habíamos estado nunca por allí, así que cuando descubrimos que a la salida del bosque había una playa muy bonita nos sorprendimos, pero sonreímos y nos quedamos allí, mirando el mar. No había ninguna ciudad ni ningún pueblo cerca y, aunque hiciesa bastante buen tiempo, tampoco ninguna persona.
Cuando comenzamos a tener hambre se transformó en lobo y se metió en el mar para pescar algo. Mientras yo fui a por algunas frutas más y las guardé. Encendimos una hoguera para asar el pescado. La verdad es que estaba bastante bien.
Estubimos un rato hablando y riendo hasta que recordé lo que pasaba.
-Eric... qué pasará a partir de ahora?
-A qué te refieres?
-Soy una chica maldita que pronto será perseguida por los vampiros y los licántropos. Mi mejor amiga ha sido astuta y se ha largado y estoy enamorada de un chico al que estoy poniedo en peligro sólo por estar junto a él, pero del que no quiero alejarme. No he visto amis padres desde ayer y seguro que están preocupados. Para que lo que pase nada a nadie tengo que irme y... no quiero!
Dije esto sin pensar, peo me di cuenta de que era verdad y no pude evitar llorar.
-Luz! Cálmate, vamos...- me abraza fuerte para intentar clamarme y me tranquilizo.
Inspira, expira... inspira, expira... Así estube durante al menos 15 minutos. Me seco las lágrimas de a cara y miro la hora: las 19:00. Faltan aun unas horas para el anochecer. Apoyo mi cabeza en su pecho y miro el mar. Es precioso. Si pudiera me quedaría toda la vida ahí. Miro a Eric a los ojos y antes de que pueda decir algo me besa muy dulcemente. Esta noche me voy, pero primero quiero disfrutar al máximo del día...
Le sonrío, lo cojo de las manos y acerco mi rostro al suyo para decirle:
-Tonto el último!
Me levanto, corro todo lo que puedo hasta llegar el mar y me tiro al agua; segundos despues veo un chapuzón a mi lado. El agua está frsquita, así que me relajo y nado un poco. Jugamos un poco, lo típico de los chapuzones, cuando Eric se para de repente.
-Huele a vampiro... y es un olor conocido...
Le suena... Si fuese Nadia me habría soltado y me lo habría dicho. Sólo hay otra opción... No, por favor!
-Sabes quién es?
-El olor de Nadia lo reconozco perfectamente, este solo me suena... Pero no puedo reconocerlo.
Un chapoteo. Es débil, pero lo oigo. Alguien acaba de tirarse al agua para que no percibamos su olor. Alguien que nos ha estado espiando. Alguien que quiere algo de nosotros y que, probablemente, sea peligroso. Me suelto de Eric para prepararnos para le ataque. Entonces, sin previo aviso, una mano blanca me agarra la pierna. Me asusto y grito. Una ola enorme nos hace Eric y a mí hacia atrás. Cuando me levanto y abro los ojos me falta tiempo para ver una enorme espiral de agua que sube hacia arriba con un vampiro en medios que grita mi nombre. El fuego, la tierra... y ahora el agua? Miro al vampiro y... No. No puede ser él. Nadia le dijo que se largara.
Me relajo y miro fijamente al agua. Poco a poco va vajando y deja a nuestro amigo en el suelo.
-Jack! Lo siento, no he podido controlarlo. Oye, qué estás haciendo aquí? Y por qué no te acercaste de una manera mas normal?! Me has asustado!
-Es Nadia. Sé que me dijo que me fuera, pero esperé en un bosque cercano. La vi pasar delante de mí dirección a la ciudad, corriendo. La he estado buscando pero... Lo único que sé es que la vi sair de un pub con un tío pero había mucha gente y la perdí de vista. Lo único que vi, cuando pude empezar a buscar, fue al chico desangrado y el jodido olor de la plata...
No es que supiera mucho de vampiros, pero algo que sí sabía, era que a plata era muy dañina para ellos...





Esto lo ha escrito:
Fátima