Nadia le dice a Jack que se valla, y, tras hablar mucho rato con él, lo consigue. Luego me mira queriéndome hacer la pregunta del millón.
-¿Cómo has echo lo del fuego? Si solo eran chispas...- parece confundida, y no me xtraña- ¿Qué a pasado al irme de allí?
-Pues... es muy gracioso la verdad- no. No es nada gracioso no sé porque lo digo. Me mira pidiéndome una explicación.- Bueno... no es gracioso. Lo que pasa es que... estoy maldita.
Me mira, incrédula. Parece que va comenzar a reírse cuando ve que mi expresión es seria.
-¿Lo... dices en serio?- asiento, le cuento lo que me pasó con ayuda de Eric y también mi "sueño".
Cuando terminamos se queda un rato en silencio, suongo que asumiendo la idea. De acuerdo, a mí también me costó un poco asumirla, pero estamos en un mundo nuevo, con seres´mitológicos y esas cosas.
-Así que maldita... Y lo del poder ese, ¿es el fuego?- me pregunta Nadia.
Eric me mira, ya que siente curiosidad al respecto, o eso creo yo.
-Pues... supongo. No lo sé. No decía nada del poder, pero creo que es de fuego. Aunque no sé controlarlo.
-De eso ya me he enterado...- me responde Nadia.
-Bueno y... Nadia, ¿quién es Jack?
Veo en su expresión elgo raro, no sé si miedo, cariño, preocupación... Una mezcla de sensaciones que no puedo descifrar.
-Bueno, él es... digamos que un amigo. Le encontré un día en el bosque y le transformé. Así que ahora soy... como su madre, o algo así. Él está obligado a obedecerme.
Yo alucino. Flipo por colores. ¿Es esto un sueño? Si lo es no quiero despertarme. Me pellizco. No, no es un sueño. Vale, ya lo sabía, pero quería estar segura.
-Así que un vampiro oblogado a obedecerte porque... tú lo creaste ¿no?
-Exactamente.
¡Bueno! Esto demasiado por hoy. No sé porqué, creo que veo todo más oscuro. Miro al cielo y veo que está oscureciendo. ¡Madre mía! ¡Llevo aquí toda la tarde! Oigo un ruído. Es mi estómago. No me extraña. Estoy maldita, pero soy una humana. Me muero de hambre. Los dos lo notan.
-Creo que lo mejor es que vuelvas a casa- me dice Nadia.
-Estoy de acuerdo- dice Eric.
-¡No! Alguno de vosotros se viene conmigo. No voy a dejar que os matéis.
-¿Crees que me voy a preocupar ahora por si la mato o no la mato?- me suelta Eric.- Luz, estás en peligro, y dos somos mejor que uno para defendrete- las dos la miramos, alucinando.- Mi padre me dijo que lo mejor sería que te protegiese bien si quería que siguieras con vida. Él no va a decir nada, pero el reto de los licátropos no tardará en enterarse y vendrán a por ti.
Miro hacia abajo. No debería haber echo arder a Jack, pero no pude controlarlo.
-Disculpadme- les digo.
Me alejo de ellos. Eric quiere cojerme, pero Nadia se lo impide. Bien. Necesito estar tranquila, así que me introduzco entre los árboles, para que nadie me vea. Tengo que aclarar mis ideas. Me introduzco más aún en el bosque y me subo a un árbol. Me siento en una de sus ramas, cerro los ojos y me pongo a pensar.
Estoy en peligro, así que no puedo volver a casa o también pondré en peligro a mis padres, algo que no quiero que pase. Los vampiros pronto vendrán a buscar a la chica maldita, porque no es nada mitológico ni legendario ni nada por el estilo. Los licántropos se esterarán más tarde que los vampiros, pero vendrán a por mí por las mismas razones. Hay una vampiresa y un licántropo que quieren ayudarme, y eso los pone en peligro. Conclusión: tengo que alejarme de aquí para no poner en peligro a los que quiero y luego escapar lo que pueda para morir tranquila.
Abro los ojos, pensando en ir marchándome ya, pero algo raro ocurre. Miro al suelo y veo que está mucho, mucho más lejos que cuando me senté en la rama. Miro a mi alrededor y veo cómo las hojas, del árbol en el que estoy, bailan una peculiar danza en torno a mí; y como las ramas del árbol vienen atraídas por mi ser. Noto que el árbol se balancea y veo como baila al mismo ritmo que las hojas. No entiendo nada. ¡¿Qué está pasando aquí?!
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❤Fátima❤
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