Fuego

Miré hacia ellos. Junto a Eric había otro lobo enorme... y negro. En frente estaba Nadia y a su lado, pero algo alejado, había otro vampiro... Lo supe por su extremada palidez. Los lobos se miraban con compatibilidad, querían acabar con Nadia. El vampiro la miraba a ella como si... ¡¿quisiera matarla?! No podía ser. Eric la había defendido, había dicho que ella no había hecho nada... Pero no podía confiarme.
Miré bien al vampiro que había llegado. Tenía el cabello rubio y los ojos oscuros... y sanguinarios. ¡¡No!! No podía ser. No podía hacerle daño...
No lo soporté. No sabía que iba a pasarme ahora que, al parecer, tenía todos mis poderes. ¡Bueno! Algún día tendría que averiguarlo. Heché chispas, mucho más poderosas que las que había hechado antes , y el vampiro que me sujetaba me sueltó. Entonces noté como mi poder aumentaba. Sonreí. Como ya había dicho era genial, me sentía genial. Cerré los ojos para relajarme.
Abro los ojos y veo un poco asuatada como el nuevo vampiro iba a atacar a Nadia.
-¡¡Noo!!- grité.
Entonces, un fuego que parecía arder en mi interior salió fuera. No me quemó, simplemente lo tube en mi poder.
Vi como me miraban todos. Nadia miró al vampiro que me había sujetado y movió sus labios para decirle algo sin que la oyera. El vampiro vino hacia mí para intentar cojerme de nuevo, para no poder meterme en la pelea, pero no le dejé.
-Ni te acerques- le digo.
Me miró con... dudas, creo. Estaba asustado. Pero se acercó. Deseé que se parara en seco, que se alejara de mí y, no sé como, una llamarada de fuego brotó de la palma de mi mano. El fuego lo envolvió y vi como se debilitaba. No soportaba esa visión. Cerré mi mano y la cogí con la otra para que el fuego parase de fluir.
-¡Jack!- oí como susurraba Nadia.
Jack... era amigo suyo y le había hecho daño. Él estaba tumbado en el suelo, como desmayado. Iba a ir junto a él, pero no pude.
-Lo siento- susurré, lo más bajo posible, para que solo él me oyera.
Vi como Eric intentaba venir hacia mí, pero luego se detuvo en seco. Miró al lobo negro y volvió junto a él. ¿Acaso temía a algo? ¿O a alguien? No lo sabía, y creo que me llevaría algún tiempo saberlo.
El otro vampiro se acercó a Nadia. Ella le dijo algo, pero no logré escucharlo. El vampiro se le acercó más y, cuando estubo muy cerca de ella, le dió un bofetón. ¡Ja! Estube a punto de hecharme a reír. El vampiro la miró muy enfadado. Comenzaron a hablar, mejor dicho, a susurrar. No parecían contentos.
Di un paso hacia delante para que la dejase tranquila. No me hizo caso. Tendría que acercarme más aún. Eric me miró y me dijo que me parase, que no fuera, pero no le hice caso. Tenía que ayudar a Nadia. Estaría a... unos 25m de distandia de ellos cuando se fijaron en mí. Estaba nerviosa, pero tendría que tranquilizarme, aunque solo fuese por ella.
El vampiro me miró con... icredulidad y se rió con burla. Claro, una chica maldita no podía acercarse a dos vampiros y dos licántropos... ¡pero qué idiota! Me acerqué más pero Nadia me lo impidió. ¿Pero que demonios estaba haciendo?




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Fátima