sábado, 24 de julio de 2010

Doble espectáculo en el insti

Nadia le dijo a Eric que me llevase a casa en su lomo y que ya me ayudaría ella a entrar. Dicho y hecho. Eric me dejó en la parte trasera de la casa y se fue. Nadia acababa de llegar, me cogió en brazos (dichosa fuerza vampírica) y saltamos hasta la ventana de mi habitación. Por suerte seguía habierta. Mis padres se habían quedado dormidos en el salón, en el piso de abajo; bien, puedo hacer una ducha rapidita. Termino y salgo. Mis padres siguen durmiendo. Bien. Me pongo algo para ir al insti y le dejo algo a Nadia también. No tenemos tiempo para ir a su casa. Suerte que usemos la misma talla. Dormí dos horas más, hasta las siete y media. Algo es algo. A esa hora salimos por la ventana y corremos hacia la carretera que viene del bosque.
Llamamos a la puerta de mi casa. Abre mi madre, me ve y se emociona.
-¡Hija! ¿Dónde has estado? Me tenías preocupada.
-Buenos días mamá. Lo siento, Nadia me llamó el sábado diciendo que tenía un gran problema y que se sentía mal, que necesitaba hablar conmigo. Dijo que fuera a su casa y que luego nos iríamos de camping. Siento no haberte avisado.
-Te llamé el sábado al anochecer pero tenías el móvil apagado.
-Ya… es que no quería que nadie me llamara- la verdad es que lo había apagado justo cuando vi peleando a Nadia y a Eric.
-Venga pasad, seguro que tenéis hambre. Os preparo el desayuno en un santiamén.
Desayunamos rápido y nos fuimos al insti. Tube que esperar unos cinco minutos por Nadia para que cogiese las cosas para clase (dichosa velocidad de los vampiros).
Llegamos al insti y… ¡sorpresa! Eric está aquí inscribiéndose.
-¿De verdad que te vas a inscribir aquí?- le pregunto.
-No, ya me he inscrito.
-¡Genial!
-Sí… Genial, ¡al menos tendré a quién pinchar todo el día!- dice Nadia.
Ya no sé si es tan genial tener a Eric por aquí. Nadia y yo siempre habíamos tenido nuestra… rara popularidad, pero con Eric cerca ni una sola chica en todo el insti se nos separaba. Eric no les hacía caso, pero a mí me mosqueaban. ¡Ya su primer día! ¿Cómo sería el resto del curso? Una nos empuja a Nadia y a mí y se pone a su alrededor, como las otras moscas.
-¡Ya no aguanto más!- le digo a Nadia. Que no se descontrole el poder por Dios, que no lo haga. Me voy a un sitio un poco más apartado (poco eh) cierro los ojos y los puños. ¡Malditas moscas! ¡Si es que la próxima les voy a…!
Ya no oigo sus cuchicheos así que abro los ojos y miro que todas están asustadas y Eric y Nadia con cara de desconcierto. Ni quiero saber lo que ha pasado. Lo único que me importa es que se han alejado de él.
Nadia y Eric han estado todo el día a piques. De Nadia lo típico de “Peluditooo… Si tienes hambre puedo traerte comida para perros, lo sabes, ¿verdad?” y de Eric “Paliduchaaa… ¿Te traigo una sanguijuela para que alguien como tú te haga compañía?”. En resumen, a veces divertidos a veces insoportables.
Hora del recreo. Todos salimos a fuera, a los jardines para ver si podemos estar un poco tranquilos. Nada. Un chico rubio, flaco y alto se acerca a nosotros.
-Emmm… Nadia… ¿puedo hablar contigo?
-Sí sí, como no…- dice en plan pasota.
Mientras hablaban Nadia tenía cara de aburrida y el chico de no saber cómo decirle algo.
-Hola Luz, ¿qué tal?
-¿Jack? ¿Qué haces tú aquí?
-Nada, venía a ver a… ¿qué demonios está haciendo ese tío?
Está claro, intentar entrarle a Nadia. Pero eso no puede pasar, claro que no. Jack está ahí para impedirlo. Se le acerca y…¡puñetazo en la cara!
-¡Jack!- gritamos Nadia y yo al unísono, ya que el chico se está retorciendo en el suelo. Eric intenta abalanzarse sobre Jack, pero se lo impido.
-Pero si solo es un humano…- añade Nadia.
-Tranquila, todo está controlado- le asegura Jack.
Y la besa. ¡Y cómo lo hace! ¿Se puede ser más salvaje? Gracias al puñetazo de Jack hay un motón de gente mirándolos, y ellos lo saben. Bueno, al menos Jack tenía razón. El chico ha tenido suerte y solo tiene la nariz rota y la mandíbula desencajada. O eso es lo que parce, porque está hablando con sus amiguitos… ¡Joder! ¡Estos dos están totalmente majaras! Nadia le está quitando la camiseta a Jack. Bien, vale, menudo espectáculo. El resto tendrá para contar.
Se separan y se van a sentar juntos a un sitio algo poco apartado. Hablan, se besan, hablan se besan… Lo típico.
Moscas a la vista. No. Ellas no van a dar el espectáculo con Eric. Y si lo dan yo no voy a estar presente. Me levanto para irme, pero Eric me sigue y me agarra por el brazo.
-¿Por qué te vas?
-Tus admiradoras te esperan.
-¿Qué? ¿Y crees que me importa? Esas chicas no pueden ser más idiotas, pijas, engreídas… etc. Ya te lo dije una vez y te lo repetiré las veces que haga falta. Te quiero, y sólo a ti.
Ahora no pude resistirme. Sonreí, le abracé y le besé. Él correspondió a mi beso muy dulcemente… Creo que estuvimos así algunos minutos (10 ó 15 quién sabe) hasta que nos separamos.
¡Oh! ¡Genial! ¡Doble espectáculo! Todos nos está mirando, y Nadia con especial curiosidad. Se me acerca y me coge del brazo para hablar.
-Se supone que soy tu mejor amiga ¿y no se te ocurre contarme que ya estáis juntos?
-También se supone que yo soy ti mejor amiga y no contaste lo de Jack.
-¡Vale! Estamos en paz, pero deberías habérmelo contado.
Lo que yo decía. La gente va tener que hablar esta semana.
El resto del día transcurrió como un día de clase normal (salvo porque todo el mundo no paraba de mirarnos) con Eric y Nadia picándose el uno al otro y yo riéndome de ellos. Y que cuando terminaron las clases Jack vino a recoger a Nadia. Nada del otro mundo.



Esto lo ha escrito:
ùFátimaù

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