jueves, 22 de julio de 2010

Plan, rescate y vampiros psicópatas

-De acuerdo, hay que ayudarla. ¿Tienes idea de a dónde la han llevado?- le pregunto a Jack.
-Lo más seguro es que tengan una base cerca de la ciudad. Suelen ser edificios en ruinas a los que nadie va ya, pero no hay ninguno en la ciudad.
-¿Y si está fuera de la ciudad?- sugiero.- Un bosque, una ciudad abandonada...
-No hay ninguna ciudad abandonada cerca, pero sí un bosque que nadie pisa. Y he oído que es porque hay una enorme casa en ruinas en la que todos temen entrar.
-¿Y por qué no has empezado por ahí? Bueno, dá igual, deben estar allí. Ahora sólo falta un plan...
-Yo voy allí, mato a los guardias y rescato a Nadia. Simple.
-¿Crees que tú solito podrás con un montón de guardias y que además llevan plata? Sé realista. Si de verdad crees eso es que eres idiota- le suelta Eric de repente.
Jack se queda pensando en silencio un rato.
-Eric, tú no puedes ir, llamarías la atención- le digo, sé que con eso se queda encantado.- Pero yo, en cambio, sólo soy una simple humana que puede distraer a los guardias mientras Jack salva a Nadia.
-¡Es una idea estupen...!- comienza a decir Jack.
-¡¡NO!!- salta Eric.- No voy a dejar que te quedes a solas con unos vampiros. ¡Pueden hacerte daño! Es más, esa sería su idea. Incluso podrían llegar a...- no terminó la frase.
-¿Tan poco confías en mis habilidades? Sé que sólo hace dos días que las tengo, pero si me atacaon puedo destruirlos. Los cojeré desprevenidos.
Hice que dos silenciosas espirales de agua les cojieran y levantaran a los dos en aire, luego (justo cuando las espirales los soltaron) que dos raíces los cojieran y giraran en el aire. Creo que hasta se marearon. Hice que las raíces bajaran y cuando estuvieron a mi altura aparecieron una bola de fuego en cada una de mis manos.
-¿Os hace falta probar el fuego, o vamos a ayudar a Nadia?- les pregunto con una sonrisa en a cara. Si lo piensas es gracioso. Tengo a un vampiro y a un licantropo en mi poder. ¿Qué otros humanos conseguirian esto?
-Me quedaré en la linde del bosque, creo que desde allí podré escuchar qué tal te va- dijo Eric.
-Vale. ¡En marcha!


Estaba justo en el corazón del bosque y allí no habá un solo animalito. Era enorme, gris y totalmente ruinosa.
-Recuerda que nos hemos reunido en la linde del bosque, allí te esperaremos. Si tienes problemas llamaré a Eric para que venga a ayudarte. Oye... ¿sabías que tu sangre es casi indetectable? ¿Que casi no se huele?
-¿Qué?- no sabía si sentirme contenta o desesperada.- ¿Y así cómo llamaré su atención?
-Les entrará curiosidad. Sam estará en el piso de arriba y los guardias y Nadia en el de abajo. Vamos, es hora de actuar.
Empiezo a fingir justo en ese momento. La verdad es que soy muy buena actriz. Jack me aferra de la muñeca y tira de mí y yo pongo cara de niña asustada. Sé que tienen muy buen oído así que empiezo a gimotear y a suplicar que me deje marchar.
-¡Eh! ¡Tíos! Venid aquí, tengo una sorpresita para vosotros- dice Jack.
Siete guardias de un tamaño normal y uno... anormal del todo. ¿Cuánto medirá? ¿2,5o m? Y de ancho ya ni hablemos.
Normalmente mi cara sería de asombro, pero tengo que aparentar miedo, así que les miro a todos y comienzo a gritar. ¡Bien! Más creible todavía: acabo de soltar una lágrima de cocodrilo. Se lo tienen que creer, parece que estoy llorando. Sí, todo va saliendo de perlas.
-Me fui de caza y me he encontrado con esta cosita...- dijo con voz seductora mirándome. Me acaricia la mejilla y to le miro con mi finjido miedo. Me empuja contra ellos y comienzo a correr lo más lejos de la puerta posible... sólo tengo que doblar la esquina... Sí. Llego aquí y me rodean.
-No huele...- dice uno y todos lo corean. ¡Por Dios! ¡Son unos PSICÓPATAS!
El señor 2,50 m se lanza sobre mí. Hago que la raíz de un árbol suba a la superficie y se cae. Yo me muevo. Entonces todos me miran.
-Su sangre... lo poco que huele ahora se nota que es distinta...
¡Genial! Cuando me moví me hice un corte en un brazo... ¡Mierda! Ya no habrá quién los detenga.
De acuerdo, tengo que hacerlo. Venga raíces, vosotras sois aquí las más poderosas. Subid, suid, subid... ¡Cojedlos! Y los vampiritos psicópatas están rodeados por unas raíces y en el aire. Raíces cuidado, ahora le toca al fuego. Bien, la bolas de fuego ya están en mis manos. Tan pronto una bola toca a un psicópata las raíces se esconden y ellos arden. Está saliendo mejor de lo que me esperaba.
-¿Luz? ¿Ya está? ¿Pero son ellos?- pregunta Jack, perplejo.
-¡Sí! ¿Nadia?
-Sí, allí m habló un poco pero ahora está inconsciente. Le han inyectado plata en el cuerpo y eso asi la mata. Pero está viva.
-Bien, vamos.
Jack corrió lo más lento posible para que pudiera seguirle. Llevaba a Nadia en brazos y parecía no pesarle nada. L miraba de una manera muuuuy cariñosa.
-Ahora- dijo Jack cuando llegamos-, iremos por el bosque hasta mi apartamento. Eric, tú llevarás a Luz y me seguirás.
Eric no contestó, pero nos adntramos en el bosque, entró en fase y me subí a su espalda.
El recorrido no fue muy largo. Al parecer nos habíaos alejado mucho de donde vivo, pero su apartamento está cercano a mi pueblo. Buena cosa.
Jack acostó a Nadia en su cama y el se fue a la salón. Nos dijo que había una habitación para invitados por si quería descansar, y hacia allí me dirijí. La sensación de poder aun estaba en mi cuerpo, y eso me hacía sentirm bien, pero había matado a ocho vampiros, y para eso había gastado mucho poder. Necesitaba reponer fuerzas. Me acosté en la cama y Eric se sentó a mi lado acariciándo el pelo.
Jack vino a la habitación cuando ya eran las 5 de la mñana.
-Nadia se ha despertado, se está duchando. Espera un poco y vienes a saludara, ¿vale?- dijo dirigiéndose a mí.
-Vale, gracias por avisar.
Sonrio. ¡Se ha recuperado! Creo que debo dejarla a solas un poco con Jack. Me ha fascinado la manera en que la mira...
La ducha ha parado de sonar.
Desde que la ducha ha parado de sonar han pasado casi 30 minutos. Ahora puedo ir a verla. Abro la puerta del salón y no suelto cualquier sandez porque es mi amiga, que sino...
La escena: Jack y Nadia se están besando. Nadia lleva puesta la ropa de Jack y parece que encualquier momento va a ir el tío y se la va a sacar. Los siento, pero es a verdad.
Me quedo mirándoles un momento y ellos a mí.
-¿Es que no sabes llamar a la puerta?- me suelta Nadia.
No contesto, sólo corro hacia ella y la abrazo. Ella se rie y me abraza tambien. Me separo de ella y Eric entra en la sala.
-¡Qué guapa estás hoy, chupasangre!
Nadia sonríe. Me temo que me voy a reír bastante de esto.
-Lo sé, siempre estoy guapa. Tú también estás muy mono hoy, aunque me gustas más a cuatro patas, das más guerra.
Eric se la queda mirando pensando en qué responderle. Nadia muestra su habiatual sonrisa. Jack se parte de risa... Y yo lo mismo!
esto hace que Eric y Nadia me miren. Me rio aun más y ellos hacen lo mismo. ¡Echaba de menos el humos de Nadia!
Cuando todo se calma no puedo apartar la vista de Jack y Nadia. ¡Ha sido muy fuerte, y muuuy raro!
-¡Oye! Deja de mirar a mi ligue de un día- me dice Nadia. La miro con incredulidad y al mismo tiempo riendo. Hoy tengo la risa muy fácil.
-¿De un día?- pregunta Jack.
-¡Vale! De una semana.
-Eso está mejor- responde Jack, a punto de partirse en dos por la risa.
Y así nos quedamos todos, riéndonos como si eso fuero lo único importante en este mundo...



Esto lo ha escrito:
Fátima!

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