La semana fui aburrida, tremendamente aburrida, supongo que cuando tienes toda la eternidad por delante te aburres con facilidad. Y el calor que hacia tampoco me ayudaba a estar de buen humor.
Lo único que me entretenía era liarme con Jack y...fastidiar a Peludito.
Así que tenía que encontrar algo que se saliese de lo típico.
Luz.
-Oye Luz, ¿te han dicho ya que tu sangre huele distinta a la de los demás humanos?
-Sí, el otro día Jack me dijo que casi no olía a nada, y los vampiros a los que maté también lo dijeron, aunque en murmullos.
-El sabor también tiene que ser distinto...-la miré con intriga-Sólo por curiosidad, ¿puedo probarla? Tengo mucho autocontrol y eres mi mejor amiga, así que no quiero que te pase nada.
Dudó, Peludito negaba con la cabeza y ahora mismo estaba pensando en arrancarme la mia de cuajo. Iba a comentarselo cuando Luz me tendió su muñeca.
La muerdo, y puebro su sangre...¡está deliciosa! Está más que deliciosa.
Vale Nadia, un poquito más y la sueltas.
Por un poco más no le va a pasar nada.
Para Nadia, sueltala...
Pero soy incapaz de hacerlo. Y pierdo el autocontrol sobre mi misma.
Mis pupilas se dilatan.
-Nadia, para por favor...-escucho a Luz suplicarme. Pero ella ya no es Luz, ella es mi cena de hoy.
Sin previo aviso algo me arranca de cuajo del lado de Luz.
Y me encuentro inmovilizada en el suelo por Jack.
Forcejeo con el sin conseguir nada.
Y tras unos minutos me relajo y me doy cuenta de lo que ha pasado.
-¡Oh! ¡Mierda!
-¿Oh mierda? ¿Que te ha pasado? Nunca pierdes el control
-Jaaaaaack...es que esa sangre es...adictiva. Engancha y no puedes parar...
Me sueltó, me había creido. Me acurruqué a su lado, ¡nunca en los cientos de años que tengo había perdido el control de esa manera! (a lo mejor cuando era neófito si, pero era un neofito)
-Bebe, necesitas reponer fuerzas-susurra Eric. ¡Luz se ha despertado!
-Luz, lo siento. No creí que fuera así, pérdoname por favor-me disculpo
-No pasa nada- responde
-¡¿Qué?!- dice Eric sulfurado- ¿Nada? ¡Pero si ha estado a punto de matarte!
-Ya he dicho que lo siento. Es mi amiga y de verdad que no quiero perderla. Pero tu sangre es... adictiva. Totalmente distinta al resto. Nunca podría encontrar nada parecido... Esto es lo peor, pero hay algo bueno; tu sangre no huele, así que no llamarás la atención de otros vampiros.
Estábamos los cuatro en un parque cuando nos rodearon unas cuantas figuras.
-No pueden ser vampiros- dijo Jack- Siguen siendo fuertes por sol y calor que haga, se nota.
-Son mestizos entrenados-bufé
Haber, que escriba como lo escriba va a sonar patetico.
Pero intentad entenderme, el sol no esta hecho para los vampiros...y no duramos mucho frente a los mestizos.
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