martes, 5 de enero de 2010

Primer día

Nuevo insti.
Nueva vida.
Abro las puertas para entrar y me encuentro con lo que siempre pasa cuando me cambio de colegio.
Todos me miran, pero no es como cuando miran a un nuevo alumno. No, me miran por que soy pálida. Extremandamente pálida.
Veo en una esquina a una niñas tontas riendose, cuchicheando y señalandome.
Acaso piensan que no las he visto. Ingenuas.
Debo de reconocer que mi aspecto tampoco es que no llame la atención. Soy pálida, pero si fuese rubia, mi palidez no llamaría la atención.
Pero no, tengo el pelo negro y corto, lo que la mayoría de las veces llama mucho la atención.
Como en este colegio, donde todas tienen el pelo largo.
Iba a dirijirme hacia las niñas tontas que reian cuando toco el timbre.

Me dirigí a la clase que me tocaba.
Me senté un sitio al fondo de la clase. Todos los alumnos me miraban.
Deseé que acabara la clase de una vez. Y no le presté atención a nada de lo que dijo el profesor.

Hora de comer.
Me fui al comedor, y me senté de nuevo sola en un rincón. Todos me miraban con caras torcidas y cuchicheaban.
Vale, que era nueva y diferente, pero conservaba las orejas y las utilizaba para oír como todo el mundo.
Una chica se acerca a mi. Parecía que no estaba muy segura de lo que hacia. Durante una farcción de segundo pienso en apartarme y alejarme de la chica, pero despues decido quedarme, a ver que quiere esta muchacha.
Se sienta a mi lado.
-Hola-me saluda sencillamente.
-Hola...¿quieres algo?-le contesto cortante
-La verdad es que sí. Me llamo Luz, ¿y tú?-Me quedo mirandola, es la primera que se atreve a preguntarme algo.
-Emm...Me llamo Nadia. En...encantada de conocerte, Luz.
-Lo mismo digo Nadia-y me tiende una mano con intención de que se la estreché, el principio titubeo un poco. Esto nunca me ha pasado, por lo cual, no es normal.
Al final se la estrechó, y noto que se estremece cuando lo hago.
Quito la mano rapidamente, y le sonrio falsamente, me mira preguntandome por que tengo las manos heladas. Me limito a contestarle.
-Lo siento, suelo tener las manos muy frias siempre y hay hace bastante frio, además
-Ya, claro, era de suponer-parece un poco abochornada, aunque no estoy segura de que no sean imaginaciones mias.
Nos sonreimos mutuamente.
Solo deseo despegarme de ella. Tiene la pinta de ser muy curiosa y de que cuando coja confianda, me acribillará a preguntas. Un riesgo, que quiero evitar.



Esto lo ha escrito:
☆Iree☆

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